David, el tuerto en el país de los ciegos de MásterChef 4

Ya avisaron los chefs del jurado que esta cuarta edición iba a ser la más exigente hasta el momento. En el segundo programa de competición les ha visitado el anterior campeón de MasterChef, Carlos Maldonado. Aunque los aspirantes empezaron sentados en el comedor catando uno de sus platos la visita no fue de cortesía, ya que tuvieron que reproducirlo, contando con ocho elaboraciones diferentes. Nuestro participante “leonés”, David estudiante de INEF en la Universidad de León y descendente de Villafañe, se puso tan nervioso que su creación se quedó con las mal cocinadas, la mayoría. Pero el peor momento de esa prueba no fue tanto las duras palabras de los jueces, como las del Chef Jordi que singue sin gustarle la risa de David, sino la despedida repentina de Emilia por su estado de salud.

Pasado el mal trago, la que mejor simuló la elaboración de Carlos, Raichel, además de hacerse con la inmunidad fue la capitana del equipo rojo, casi el mismo del programa anterior en el que se encontraba David. La prueba se desarrolló en la base del Batallón I de la UME en Madrid con motivo de su décimo aniversario. Para celebrarlo los concursantes tuvieron que preparar un coctel para doscientos militares. El ritmo y ejecución del equipo azul, capitaneado por la gemela Virginia y contando con la incorporación de Dania, les libró de la prueba de eliminación, menos a las responsables del postre Rocío y Esmeralda.

Tras el enfado considerable del chef Jordi, por tener que dejar de servir la comida del equipo rojo ante los miembros de la UME, al volver a las cocinas de MasterChef se enfrentaron a la prueba de eliminación, menos su capitana que Raichel que recordemos que era inmune. En el último minuto Virginia salvó a su compañera Rocío dejando a siete aspirantes ante las pinzas de un variado surtido de marisco. David presentó una crema de patata con zanahoria según los jueces un plato plano, sin sabor, que la cigala no tenía presencia. A pesar de las críticas subió a la galería con la lección aprendida de que todo tiene que girar en torno al ingrediente principal. Salva fue el último expulsado ante la sorpresa de sus compañeros por la complejidad de sus platos. Y es que ni el nitrógeno líquido te puede salvar en esta exigente edición del programa.