CSI-F pide que el personal de lucha contra los incendios forestales trabaje todo el año

Ical

El sector de Administración General de la Junta de CSI-F en León reclama el mantenimiento del personal anti-incendios durante todo el año, frente a los entre tres y nueve meses que están en la actualidad. El accidente del pasado día 13 cuando dos operarios de la Mancomunidad de La Cepeda resultaron heridos en las labores de extinción de un fuego declarado en Villameca se debe entender, según el sindicato, como “una llamada de atención sobre la escasez de medios de un operativo de incendios infra-dimensionado en un intento de ahorro de un puñado de euros”.

La organización lamentó que el pasado año las administraciones no atendieran sus peticiones e insta a los nuevos representantes políticos a que sean más sensibles ante este problema. CSI-F insistió en que es “necesario y conveniente mejorar y optimizar, como no puede ser de otra manera, todos los recursos públicos materiales y humanos existentes en la lucha contra incendios; así como respetar el escrupuloso cumplimiento de la ley de seguridad ciudadana de Castilla y León, que establece que el servicio de extinción de incendios forestales como servicio esencial, debe ser prestado por profesionales”.

Los servicios territoriales, lamentaron, según las restricciones impuestas por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, se ven obligados a adivinar a principios de año las épocas de menor riesgo para configurar los calendarios laborales y autorizar permisos y vacaciones del personal fijo discontinuo.

Así las cosas, el día 13 se encontrarían de vacaciones dos vigilantes del operativo cercanos al punto de inicio del incendio de Quintana del Castillo, influyendo esto decisivamente en los tiempos de detección y repuesta del operativo. Además, al parecer, añadieron, en la provincia había cinco motobombas inoperativas por el mismo motivo, lo que influye en la toma de decisiones, al no poder dejar sin cobertura determinadas zonas de alto riesgo de la provincia.

“Con todo el respeto y agradecimiento hacia el servicio prestado por los operarios afectados por las llamas y deseando su pronta recuperación”, CSI-CSIF consideró que es necesario aclarar que se trata de trabajadores de una Mancomunidad, “que posiblemente por la mañana estuvieran prestando el servicio que tuvieran asígnado, recogida de basuras o similar y al declararse el incendio les tocó acudir al ser de los medios más cercanos, con el cansancio y estrés acumulados que implica. Es decir, no se trata de bomberos profesionales”.

El responsable de CSI-F del sector de administración autonómica en León, Pedro Bécares, recordó que la Junta dispone camiones motobomba, como el que se ha quemado, con sus dotaciones y vigilantes, explica que “el problema es que estos medios anti-incendios de la Junta sólo trabajan de tres a nuevemeses y es entonces cuando se les obliga a coger sus permisos y vacaciones según su convenio. CSI-F propuso mantener el servicio todo el año ”y aprovechar su experiencia y profesionalidad, especialmente en los incendios en interfaz urbano-agroforestal“ y por supuesto, que las vacaciones se concedan en fechas de menor riesgo o que directamente se abonen como se hacía antes, siendo los periodos de llamamiento ”completos“.

El sindicato independiente tampoco entiende que no se refuerce de forma real el personal de guardia,agentes medioambientales técnicos, conductores, celadores, ni los turnos de todos los bomberos forestales con el aumento de riesgo que el operativo está padeciendo. “Después de un incendio importante como los que se están sucediendo, las 125 personas que trabajan en él al día siguiente no pueden prestar el servicio o no deberían, por lo que existen inoperatividades añadidas”, argumentaron.

CSI-F recalca que “mantener en la provincia de León un plan anti-incendios con el apoyo de los medios materiales y humanos de la Junta existentes en la actualidad, durante los 12 meses del año, supone un ínfimo incremento en el presupuesto que redundará positivamente en la mejora del empleo y asegurará un servicio necesario y eficaz en toda la provincia”. Por supuesto, concluen en un comunicado, “todo esto es aplicable a toda la comunidad de Castilla y León con las diferentes peculiaridades de cada provincia, y más inmersos en la inacabable ola de calor que padecemos, y por tanto elevado riesgo de incendio forestal”.

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