La crisis ha hecho jóvenes más conservadores e implicados con lo social, según un informe

La crisis ha transformado a los jóvenes en más conservadores y más implicados con lo público o lo social. Es una de las principales conclusiones a la que han llegado los responsables del estudio “Jóvenes y valores sociales” que ha elaborado el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, y que se presentó este martes en la sede de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
De este modo, el estudio revela que los jóvenes españoles de entre 14 y 25 años “son cada vez más conservadores” en el sentido de que reivindican valores tradicionalmente considerados como virtudes como el esfuerzo, el ahorro, la honestidad o la prudencia, y “cada vez se muestran más implicados o dispuestos a implicarse en lo colectivo”.
En este sentido, el estudio arroja que cada vez existe un porcentaje mayor de jóvenes que dan importancia a valores como la familia o los amigos, donde se sienten protegidos y seguros, así como valores de compromiso con lo colectivo o las tareas comunitarias frente a valores claramente hedonistas, que reducen su presencia entre los jóvenes. De esta forma se destaca el incremento de los valores finalistas como “hacer cosas para mejorar el barrio o la comunidad o interesarse por temas políticos”, frente a actitudes como “vivir al día sin pensar en el mañana, tener muchos amigos o conocidos o disponer de mucho tiempo libre”.
Sin embargo, los responsables del estudio destacaron como dato negativo que más de la mitad de los jóvenes encuestados consideran admisible la pena de muerte para los delitos muy graves, como muestra de un deseo cada vez mayor de seguridad y orden en la sociedad.
En cinco grupos
El estudio presentado agrupa a los jóvenes en cinco tipologías que han experimentado una evolución desde el año 2006, en que se presentó un estudio similar. Hoy, el grupo que más jóvenes aglutina sigue siendo el de jóvenes “despreocupados por lo ajeno: instalados en el presente” en el que se encuentra el 28,2 por ciento de los jóvenes, aunque su número ha bajado. “Tienden a un autismo social”, aunque “no son pasotas”, especifica Eusebio Megías, director general del Centro Reina Sofía de la FAD y codirector del estudio. “Son los que en mayor grado manifiestan desconfianza institucional” dijo.
En segundo lugar están del tipo “conservadores por la integración”, siendo un 22,1 por ciento de los jóvenes los identificados en este grupo. “Son jóvenes que miran al futuro buscando el éxito profesional” y que “valoran especialmente su vida familiar”.
En el grupo tercero, al que pertenece el 21 por ciento de los jóvenes están, según la clasificación de Megías, los “rebeldes con causa y un tanto confusos”, a los que describió como los que “no les gusta la sociedad en la que viven pero no saben muy bien qué hacer al respecto”. Este grupo es el que se ha visto incrementado notablemente desde el inicio de la crisis y del que “van a salir los líderes del futuro” auguró.
En cuarto lugar encontramos a los “incívicos despreocupados”, estos sí “pasotas” que contribuyen a sostener el tópico, que se ha visto reducido considerablemente también hasta el 14,4 por ciento, y en último lugar los “conservadores altruistas” con un 8 por ciento.
Conclusiones
A los jóvenes españoles “les ha cambiado la crisis”, señaló el catedrático de Sociología de la Universidad de Deusto y codirector del estudio, Javier Elzo, aunque rechazan que la crisis “nos haya hecho a todos buenos”, como estimó el presidente de la FAD, Ignacio Calderón.
Eusebio Megías apuntó que “la situación que estamos viviendo sería algo así como la que se vive después de una noche de juerga, con la resaca, que dices que nunca más volveré a probarlo, voy a ser bueno y voy a ir al gimnasio, sería algo así” insistió.
“La crisis ha sacado a flote una realidad tan negativa que ha despejado todos esos valores que antes no estaban” dijo Calderón, para quien los jóvenes sí que eran buenos antes “pero lo tenían todo tan fácil que se despreocupaban mucho”. Para Calderón, “se acabó la época de los jóvenes en la que sólo se preocupaban por vivir y divertirse”, ahora es “cada vez menos frecuente el pasota y más frecuente el joven participativo”, añadió.
No sabemos si el joven es cada vez más virtuoso, pero es lo que se lleva“ recalcó. ”Que los jóvenes hayan pasado de las musas al teatro es una buena noticia“, valoró.