Cortan una calle del centro por un incendio con humo tóxico en una estación eléctrica subterránea
Un aparatoso incendio, de origen desconocido, mantuvo en la tarde de hoy en vilo a los Bomberos de León y a la Policía Local durante al menos una hora y media tras producirse un aparatoso incendio en una instalación eléctrica subterránea de la empresa Iberdrola situada en la céntrica calle Villabenavente de la capital leonesa, obligando a cortar el tránsito por esa la calle por la toxicidad del humo producido que emanaba del subsuelo.
Un tercer bombero sube a la superficie tras comprobar la situación, ante la presencia de técnicos de Iberdrola.
El aviso le llegó a los Bomberos de León a las 18.48, e inmediatamente se personaron en la zona con una dotación completa, mientras agentes de la Policía local acordonaban la zona e impedían el paso a todos los peatones y vehículos. También se tuvo que dar aviso a las personas que ocupaban oficinas y viviendas de la calle para que se abstuvieran de abrir las ventanas, dado que el humo de los cables y el material eléctrico quemado provocaba importantes irritaciones.
Poco tiempo después llegaron técnicos de la compañía eléctrica, necesarios para que los Bomberos coordinaran la extinción, los cuales decidieron inmediatamente cortar el suministro de fluido en toda la zona para operar con la máxima seguridad.
Y es que no habían saltado de manera automática los detectores de Iberdrola instalados en esta amplia estación eléctrica bajo tierra, a la que se accedía sólo a través de una pequeña abertura en la acera.
El humo salía permanentemente por esa abertura y la rejilla de ventilación contigua, aunque los bomberos que bajaron al interior -hasta tres al mismo tiempo, provistos del equipamiento de respiración asistida- corroboraron pronto que no había llamas y tan sólo rescoldos de una inicial deflagración que seguía manteniendo el humo vivo.
Transcurrida hora y media desde el origen, en la zona aún trabajaban los técnicos y los propios profesionales de la extinción, por si se requería aún su intervención. En ningún momento hubo que lamentar daños personales.