El consejero de Sanidad de la Junta habla de intereses partidista en la polémica de la hepatitis C

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, se mostró hoy convencido “sin ninguna duda” de que hay intereses partidistas detrás del discurso de algunas formaciones sobre el tratamiento de la hepatitis C. “Hay quien piensa en los votos, en las elecciones, en los intereses políticos”, dijo a su llegada al Consejo Interterritorial de Salud que se celebra en Madrid y que, entre otros asuntos, busca consensuar con todas las comunidades autónomas un Plan Nacional para combatir esta enfermedad.
A juicio de Sáez, frente a ese partidismo de algunos, “el Gobierno de Castilla y León está pensando en los pacientes y de qué manera nuestros médicos tratan a nuestros pacientes” porque, indicó, “esto no es un caladero de votos, es un problema de salud pública que tenemos que abordar con todos los criterios y con todos los recursos que necesitemos”. A su juicio, lo que no se puede es decir a los ciudadanos que “hay un medicamento mágico, exclusivo, útil para todos los pacientes”.
Además, Sáez pidió que se dé “un poco de tranquilidad” al Ministerio en las negociaciones que mantiene con la industria farmacéutica sobre el precio de los fármacos para la Hepatitis C “no vaya a ser que mucha de esta presión juegue en contra del propio Sistema Nacional de Salud y a favor de intereses muy legítimos de quienes están poniendo los medicamentos encima de la mesa; dejemos al Ministerio que negocie y ajuste los precios todo lo que pueda”, sostuvo.
En este sentido se mostró partidario de abordar el problema desde el punto de vista estrictamente médico. “Las indicaciones no las hacen los responsables de los partidos políticos, ni siquiera los pacientes, las hacen los médicos y esas son las guías que debemos seguir”, sentenció.
Según manifestó a su llegada al Ministerio de Sanidad, el criterio “razonable” para abordar una estrategia nacional es que “todos los pacientes a los que se prescriba tratamiento lo reciban”. Eso, explicó, es lo que está sucediendo en Castilla y León donde, según desveló, “no se han planteado problemas relevantes desde el punto de vista del acceso a los nuevos medicamentos”.
En Castilla y León, aseveró, “los hepatólogos recetan los medicamentos, que son varios, a los pacientes que lo requieren de acuerdo con las indicaciones terapéuticas que han establecido los propios hepatólogos y los farmacéuticos de hospital”. A partir de ahí, añadió, hay que “esperar a que el Comité de Expertos proponga modificaciones o ratifique los planes de tratamiento que hay en la actualidad o lo que corresponda”.
El consejero de Sanidad se mostró en contra de la pretensión de otras comunidades de establecer un fondo extraordinario para financiar el tratamiento de la hepatitis C. A su juicio “se está hablando de la Hepatitis C sin tener demasiados datos. No sabemos todavía el número de pacientes diagnosticados en el Sistema Nacional de Salud, el número de pacientes que reciben los nuevos tratamientos”.
Sin esos datos, indicó, “es muy difícil hablar de qué vamos a financiar”. Así advirtió de que es necesario tener primero los datos, “no vaya a ser estemos pidiendo fondos para financiar a alguna compañía farmacéutica”.
Sobre este asunto explicó que lo que existe en España son “estimaciones epidemiológicas del número de personas que pueden estar afectadas globalmente”, pero no de cuántas correponden a cada grado de los cuatro que presenta la hepatitis C que es “donde las guías terapéuticas indican unos u otros medicamentos”.
Niega presiones a los médicos
Sáez negó de forma contundente las acusaciones de algunos pacientes que sostienen que los médicos de Castilla y León no tienen libertad para recetar determinados fármacos para la hepatitis C. “Los médicos no aceptarían no prescribir con libertad”, señaló al respecto antes de añadir que los facultativos tienen “toda la libertad del mundo” y que “estos medicamentos se pueden prescribir, se están prescribiendo y se están dispensando” .
En Castilla y León, aseguró, existe una guía de indicaciones terapéuticas que “está consensuada con los hepatólogos y los farmacéuticos de hospital”. Según manifestó, a modo de demostración, “hace poco hablaba con la presidenta de la Sociedad de Médicos especialistas en Digestivo y me decía que ellos estaban siguiendo esa guía sin restricciones por parte de la Administración”.