Conocer la biología del cáncer de mama ha mejorado la supervivencia de las pacientes
La información biológica de los tumores, unida a la innovación farmacológica, ha permitido a los especialistas en cáncer de mama utilizar tratamientos “más eficaces y certeros” para cada caso. Este avance “ha repercutido en la mejora de la supervivencia de los pacientes, llegando a curar u obtener estadíos libres de enfermedad muy largos, cosa impensable hace unos años”, explica el doctor Armando Tejerina, director Científico del Centro de Patología de la Mama y Presidente de la Fundación Tejerina.
El especialista es uno de los coordinadores, junto al doctor leonés José Díaz-Faes y el doctor Álvaro Ruibal, de la actualización del libro Cáncer de mama, aspectos de interés actual, una obra que recoge todas las novedades del cáncer de mama en los últimos años y que ha sido presentada en Madrid en el marco del Master Internacional de Especialización en Mastología, de la Fundación de Estudios Mastológicos (FEMA) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Los avances en biología tumoral también han permitido ser más conservadores en la cirugía. “Antes creíamos que cuanto más quitábamos más curábamos, pero ahora sabemos que, con un diagnóstico temprano, la cirugía conservadora de la mama, seguida de una radioterapia precisa, eficaz y poco tóxica, consigue la curación en un gran número de pacientes”, explica Díaz-Faes.
Los tratamientos farmacológicos individualizados también han hecho posible la “cronificación” de la enfermedad en casos de cáncer metastásico. “Conseguimos contener su desarrollo y convertirla en una entidad crónica, tratando de ofrecer la mejor calidad de vida posible a las pacientes”, comenta el doctor Tejerina.
En el terreno del diagnóstico, el mayor avance reciente ha sido la mejora de las técnicas de estudio por imagen, según destaca el doctor Díaz-Faes. “La mamografía actual permite su estudio tridimensional, lo que precisa la profundidad del tumor. Este dato posibilita la biopsia dirigida sobre la zona sospechosa visualizada, que realiza automáticamente con una molestia mínima para el paciente”.
En prevención, las pacientes con antecedentes familiares directos de cáncer de mama ya pueden ser estudiadas genéticamente y, si se confirma la presencia de alguna alteración, se les somete a un tratamiento hormonal preventivo que reduce “de forma importante” la posibilidad de desarrollar la enfermedad, destaca el doctor Díaz-Faes.
Los editores de la obra reconocen que todavía hay retos por delante como conocer mejor los genes que intervienen en la biología de los carcinomas mamarios -distinguiendo entre aquellos que juegan un papel importante de los que lo tienen secundario- o la detección de recaídas antes de la existencia de síntomas, lo que repercutirá positivamente en la supervivencia.
En España se detectan anualmente 27.000 nuevos casos y 6.200 muertes a consecuencia del tumor de mama, según datos recogidos en este libro en el que participan un selecto grupo de especialistas de diferentes instituciones nacionales e internacionales, como el Instituto Nacional de Tumores de Milán, el Breast Cancer Research Laboratory de Filadelfia o el MD Anderson Cancer Center de Texas (Estados Unidos), según la información recogida por DiCyT.