El comedor de la Asociación Leonesa de Caridad prestó en 2020 más servicios pese a bajar el número de beneficiarios

Presentación de la memoria de actividad de la Asociación Leonesa de la Caridad. / Campillo / ICAL

Elena F. Gordón / ICAL

El comedor de la Asociación Leonesa de Caridad prestó 85.565 servicios en 2020, frente a los 77.866 del año anterior, a pesar de que disminuyó de 823 a 701 el número de personas atendidas en el principal servicio de la institución, regentado por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, apoyadas por voluntarios.

En el comedor se sirven desayunos, comidas, meriendas y cenas que el pasado año hubo que adaptar a las imposiciones de la pandemia, de forma que se estableció, con la colaboración del Ayuntamiento, un catering que permitiera mantener la atención a las personas que acuden a la entidad de forma habitual.

Perfil

De los 701 usuarios de 2020 614 fueron hombres, 393 de ellos con una edad de entre 39 y 58 años. Del total, 497 no cobran ningún tipo de prestación, 333 durmieron en alojamientos de carácter social y 108 pasan la noche habitualmente en la calle. Los españoles son mayoría (478) y los problemas más habituales que presentan son toxicomanías, mendicidad y desempleo.

Responsables de la Asociación Leonesa de Caridad -la directora, sor Esther, el administrador, Constancio García y el presidente, Félix Llorente- comparecieron junto a la concejala de Bienestar Social y Juventud, Vera López, para presentar el balance de actividad del pasado año, que refleja la atención a 201 personas en el servicio de ducha, ropero y lavandería (en 2019 fueron 742).

El centro de acogida a víctimas de violencia o en situación de abandono estuvo ocupado por cinco mujeres y cinco niños (cuatro y cuatro en 2019) y el servicio de ayuda a domicilio, para personas derivadas por los Centros de Acción Social, Ceas, llegó a cuatro usuarios. El reparto de alimentos alcanzó a cinco familias y 24 personas en situación de emergencia social.

Las cuentas de la Asociación Leonesa de Caridad recogen unos ingresos de 397.486 euros en 2020, superando en 27.00 a los de 2019 y las compras de alimentos, utillaje y vestuario supusieron un desembolso de 161.481 -el 41 por ciento del total-. El balance del colectivo arrojó un superávit de 4.257 euros el año pasado.

“En una sociedad donde no hay caridad no se puede vivir”, afirmó Félix Llorente a modo de reflexión sobre los principios de quienes integran esta organización religiosa, social y solidaria que el próximo mes de noviembre cumple 115 años de vida.

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