El subdelegado pide que no se utilice el pueblo de Ciñera “como escudo”
Ciñera volvió a convertirse este martes en una batalla campal entre mineros y GRS, tras lo que han surgido numerosas críticas hacia la actuación de las fuerzas de seguridad en la localidad gordonesa. Al paso de las mismas ha salido este miércoles el subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien ha asegurado que la respuesta responde a la “proporcionalidad de los ataques violentos” y ha hecho un llamamiento para que los mineros “dejen de utilizar el pueblo de Ciñera como escudo”.
El subdelegado ha querido dejar claro que es “absolutamente respetuoso con el derecho de cualquier persona a manifestar su discrepancia”, pero que rechaza “el uso de la fuerza y la violencia como medida de presión”, además del “perjuicio continuado y grave de los derechos de otros ciudadanos” que sufren los cortes de comunicaciones.
Suárez-Quiñones ha explicado en una rueda de prensa convocada de manera urgente cuál es el 'modus operandi' a seguir ante las interrupciones del tráfico y más concretamente cómo operaron este martes las fuerzas de seguridad en Ciñera.
Según ha asegurado, lo primero que realiza son “intensas gestiones previas a través de varios interlocutores para hacer llegar a los manifestantes y concentrados la necesidad de que se levanten de forma voluntaria cuando el corte perjudica a muchos ciudadanos durante mucho tiempo”.
Si los manifestantes no aceptan, “la Guardia Civil se presenta en el lugar de los hechos para que abadonen, al ver su presencia- el lugar, lo que no ocurre prácticamente nunca”.
El siguiente paso de la Guardia Civil es “acercarse para cubrir las posiciones y que permitan a las asistencias de carreteras y de ferrocarril”, lo que, según Suárez-Quiñones, recibió este martes “una contestación violenta por parte de determinadas personas desde los flancos de Ciñera y la ladera izquierda con dirección a Asturias con material pirotécnico y numerosos objetos contundentes que ponen en riesgo la integridad y la vida de los agentes”.
En palabras del subdelegado, “ante esta situación el Estado de Derecho debe imponer el legítimo ejercicio de los derechos y por tanto se produce una carga policial totalmente proporcionada a la respuesta que se recibe”. Ante esta carga, los mineros se replegaron en la localidad de Ciñera, desde donde asegura que continuaban lanzando “objetos contundentes” y por ello se hizo necesario que la labor policial continuara “hasta finalizar esos ataques”.
Suárez-Quiñones ha señalado que ante estos hechos “respalda total y absolutamente la actuación de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado” porque están “actuando cumpliendo órdenes de sus responsables basadas en un principio de proporcionalidad”.
