Cinco cosas que hacer en Astorga

Martes de mercado en Astorga.

Marta Cuervo

Casi 12.000 habitantes, y una extensión que abarca 47 kilómetros cuadrados. Astorga es una ciudad con mucha historia, gastronomía y patrimonio. Además, sus fronteras se abren paso hacia otras pequeñas localidades colindantes que huelen a vida, a pasado y presente. Esta zona central de la provincia de León tiene mucho que enseñar y por eso te proponemos una lista de cinco encantos maragatos a los que nadie podrá resistirse, y que a más de uno pondrán los dientes largos para preparar una visita a esta tierra de arrieros y chocolateros, de curas, de militares, de agricultores y ganaderos...

  • De la huerta, a tu mesa: martes, día de mercado en Astorga

Te proponemos hacer coincidir tu vista a Astorga un martes, cuando el centro de la ciudad dedica sus calles a los vendedores locales, agricultores, ganaderos y artesanos que desde primera hora de la mañana ocupan sus puestos para ofrecer lo mejor de su trabajo. Productos naturales que hacen del mercado de la capital maragata el más famoso de los alrededores, debido también a las dimensiones que abarca, con una amplia variedad de frutas, verduras, salazones, embutidos, y demás productos frescos que aportan un colorido espectacular al centro histórico de la villa romana.

  • Ser testigo de tradiciones que sobreviven al tiempo. Una visita a Pepe, el último herrero de Valdespino de Somoza

Pero el mercado da mucho de sí y también dedica una parte a baratillos, ropa, zapatos y artesanía. Aunque, sin duda, serán los más curiosos los que se lleven un mejor sabor de boca, encontrado verdaderas joyas que sobreviven al tiempo, a la extinción, como las navajas, machetes y cuchillos, de talla de madera y de hueso, de Pepe, el último herrero de fragua manual, de Valdespino de Somoza, que a sus 91 sigue dándole al martillo con la fuerza espectacular que alimenta la pasión que siente por su trabajo.

Este veterano aprendió el oficio de herrero de un tío, hermano de su madre, hace 77 años y todavía hoy te enseñará con gusto el funcionamiento de su fragua manual, de las pocas de estas características que quedan en el país.

  • Presume de un paseo de cuento, entre ruinas históricas y la magia de Gaudí

Un paseo por Astorga puede descubrir al visitante maravillosas joyas, entre las que destaca el templo dedicado a Santa María, la Catedral, que tal y como se percibe actualmente data del siglo XV, cuando se remodeló en estilo gótico.

Otra de las visitas obligadas, además del Ayuntamiento, la Casa de Leopoldo Panero, los museos del Chocolate, de la Semana Santa y de Los Caminos, es la del Palacio Episcopal. Una obra que parece sacada de un cuento, firmada por Antonio Gaudí, y que descansa sobre uno de los laterales de la muralla medieval que abraza la ciudad.

  • Degusta un cocido maragato en Castrillo de los Polvazares y déjate seducir por el sabor del chocolate de Astorga

Sin salir de la comarca de la maragatería, Castrillo de los Polvazares es casi una visita obligada, y no sólo por la fama de una gastronomía espectacular, sino por la peculiaridad de visitar un pueblo de piedra roja marcado por a arriería maragata. Castrillo de los Polvazares mantiene íntegra su arquitectura popular, calles empedradas y casas blasonadas por las que pasear tras haber comido un cocido maragato, plato típico de toda la zona.

De postre, y con la misma condición de conocer y no sólo degustar, el Museo del Chocolate de Astorga exhibe el proceso de fabricación artesanal y cientos de envolturas de todas las familias que dedicaron su trabajo al chocolate, junto a una valiosa colección de utensilios, herramientas y máquinas usadas en los diferentes periodos. La visita está estructurada en ocho salas, dentro del palacete de Magín Rubio, comenzando por la acogedora 'Cámara de las Maravillas', un gabinete de curiosidades que conquista en un espacio reducido al visitante nada más poner un pie, invitándole a adentrarse en un pequeño mundo de 'tesoros' relacionados con el chocolate: objetos curiosos recogidos a lo largo de los tiempos y de la geografía mundial y cuya colección constituye el antecesor directo de cualquier museo.

  • Báñate en la playa fluvial del río Tuerto

Astorga tiene de todo... hasta una alternativa a la playa para los más exigentes. A poco más de 3 kilómetros, del centro de la ciudad, dentro del término municipal de San Justo de la Vega, existe el lugar perfecto para descansar y disfrutar de un chapuzón veraniego en la playa fluvial acondicionada que bañan las aguas del río Tuerto.

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