Cientos de planes de parto logran minúsculos cambios en el Hospital de León
Muchas cosas han cambiado desde que el grupo 'Por un parto respetado en León' arrancó en Facebook a principios de diciembre del año pasado: las mujeres cada vez se informan más, quieren conocer sus derechos y son muchas las que llegan al Hospital de León con un plan de parto en el que explican cómo quieren que se desarrolle el nacimiento de su hijo, siempre dentro de los límites racionales. Pero a pesar de la “avalancha” de planes de parto que se se reciben en el Complejo Hospitalario de León, y la fuerza que ejercen unas madres 'más preparadas' para dar a luz, la mecánica del trabajo en este área sigue teniendo muchas carencias que desde el grupo de mujeres que buscan el empoderamiento de las madres al parir evidencian.
El Hospital ha pasado de recibir uno o dos planes de partos anuales, a uno o dos semanales
“Las cosas que han cambiado son de cara a la galería, no a los procedimientos: cuando los partos van rápido no hay ningún problema porque las madres salen contentas, son los que se desarrollan en dos o tres horas y cuando las matronas, que son las que mejor trabajan, atienden sin demora. Pero cuando tienen que intervenir los ginecólogos comienzan las complicaciones ya que muchos inducen al parto sin esperar. Hablamos de partos que, aunque no son complicados, tienen una evolución más lenta, y en los que los médicos acaban metiendo mano para acelerar”, explican las representantes del grupo de Facebook.
La guía de nacimiento del Hospital NO es lo mismo que el plan de parto
Ante esta nueva realidad en la que las mujeres empiezan a decidir cómo quieren alumbrar a sus hijos, el Hospital de León ha creado una guía de nacimiento. “Se trata de una buena noticia porque parece que las mujeres se han concienciado más, y el Hospital se ha visto obligado a reciclarse porque la demanda social lo pide. Ahora a las futuras madres se les informa desde los Centros de Salud, pero no hay que olvidar que se trata de una guía muy escueta; básicamente se trata de su mismo protocolo, el que tenían hasta ahora, pero puesto en papel”, apuntan las administradoras de 'Por un parto respetado en León'. “Lo que nosotras vemos es que no han cambiado nada, siguen diciendo que te pondrán oxitocina si se pone la epidural, cuando no hay rigor científico en ello. La guía del Hospital de León no se corresponde con lo que dice el Ministerio de la Salud”, añaden, admitiendo que se sienten apoyadas por las matronas, para quienes piden más libertad profesional a la hora de realizar su trabajo.
Otros puntos contradictorios entre la guía de nacimiento del Hospital de León y la del Ministerio, a la que se acogen las componentes del grupo 'Por un parto respetado en León', son las posiciones de la madre a la hora de dar a luz, la vía, la posibilidad de beber líquidos durante el parto incluso con la epidural, la realización de la episiotomía, o la rotura del saco amniótico para acelerar el parto.
No nos inventamos nada, sólo queremos que se adapten los hospitales a la estrategia de parto del Ministerio
“Más que una guía es una mayor explicación de lo que van a realizar en el momento del parto, mayor transparencia de su protocolo de actuación. Pero no está adaptado a la estrategia de actuación del parto del Ministerio y por este motivo queremos que no se recoja por parte de las madres como la única solución, como si es lo correcto” sentencian.
A pesar de que todavía hay mucho que mejorar, desde 'Por un parto respetado en León' reconocen algunos pequeños pasos hacia delante. “Ahora tienen monitores para poder hacerte monitorización intermitente, pero solo una unidad. También disponen de la 'walking epidural', una anestesia más suave que no te bloquea totalmente y permite movimiento; tienen el aparato de telemetría y esta anestesia se puede realizar, pero dicen que hay que formar a las madres, una disculpa porque se les puede explicar en el momento”, apuntan. “La percepción que tenemos es que sí que ha cambiado algo, porque son los matrones y las matronas los que están intentando ayudar a que cambie, y gracias al plan de parto les hemos dado poder para defender a la madre”, añaden.
Pero las promotoras del grupo siguen aconsejando a las mujeres que lleven su propio plan de parto, que también existe para las cesáreas programadas.
Desde que se creó el grupo, hace seis meses, los planes de parto que se recogen en el Hospital de León han pasado de dos al año a dos a la semana, como mínimo, según los cálculos de las administradoras de 'Por un parto respetado en León'. “Cada vez hay más gente que se informa, que quiere saber y se cuestionan las cosas. ¿Por qué se tienen que llevar a un bebé nada más nacer lejos de su madre?”, se preguntan desde el colectivo.
Reuniones de 'El parto es nuestro'
A parte de el grupo de Facebook, la asociación de 'El parto es nuestro' también tiene presencia en León, incluso dos de las administradoras del primero son embajadoras en León del segundo. “En 'El parto es nuestro', nosotras no somos consejeras, somos el grupo local de León, pero nos regimos por las reglas generales, escuchamos y damos apoyo con la infografía a la que tenemos acceso. Además, realizamos reuniones de mujeres embarazadas, y mamás que ya han dado a luz, con asesoras de lactancia y otros profesionales”, explican, recordando que estas citas se celebran en Trobajo del Camino, los últimos domingos de cada mes.
Desde el grupo de 'Por un parto respetado en León', tal y como su propio nombre indica se busca eso, el respeto hacia la mujer que va a dar a luz, pero respetando que todo tiene matices y que por encima de todo tiene que primar el sentido común, evitando siempre cualquier riesgo para la madre o el bebé.
Buenas y malas experiencias de parto en el Hospital de León
Yolanda. Yolanda dio a luz el 7 de abril y lamentablemente su experiencia en el Hospital de León fue “bastante mala”. Ella no entregó el plan de parto, pero sí un papel de baja intervención en el que solicitaba un parto lo más natural posible, mientras esta condición no pusiese en riesgo a su bebé. “Con este papel solicitaba monitorización intermitente, ausencia de anestesia epidural, una pelota de Pilates y poder ducharme para aliviar el dolor de las contracciones, entre otras cosas”, explica la madre. Pero aunque llegó al Hospital con una dilatación de siete centímetros y con lo que se suponía que iba a ser un parto sencillo y rápido, el cambio de ambiente hizo que Yolanda perdiera su 'mundo parto' y se detuviera el ritmo del nacimiento de su hijo. Los ginecólogos que la atendieron le comunicaron que “se había estancado” y que había que sacar al niño “para evitar sufrimiento fetal”, algo que en todo momento había estado controlado y que no había dado señal de alarma. Así, al oír estas palabras, Yolanda se dejó en sus manos: la hicieron romper el papel de baja intervención, y le aceleraron el parto rompiéndole la bolsa y administrándole oxitocina. “Inducir el parto sí que es doloroso, por lo que solicité anestesia”, recuerda Yolanda, pero la noche que ella dio a luz 15 mujeres más también lo hicieron, por lo que el servicio se vio colapsado, y aunque Yolanda llegó a tener el papel de consentimiento de epidural en las manos nunca lo firmó porque nunca se la llegaron a poner. “Me llegaron a decir que si no salía me hacían cesárea. Me sentí como un trozo de carne, me querían sacar el niño como fuera, cuando mi parto no era malo”. Tal y como cuenta Yolanda, le realizaron una episiotomía, ignorando su papel –ya roto- de baja intervención. “Es mi segundo parto, si hubiese sido el primero no creo que hubiera tenido más hijos”.
Yaiza. En las clases de preparación, cuando la matrona preguntó si tenían miedo al parto, Yaiza respondió que no. “Intenté informarme antes de cómo era, las opciones que tenía... pero parece que alrededor del parto hay una especie de nebulosa que, por miedo, vergüenza, o dolor, nadie quiere contarte nada. Hasta que, por casualidad, encontré el grupo en Facebook de 'Por un parto respetado en León'. Allí las mujeres contaban sus experiencias en el Hospital en el que yo iba a dar a luz. No eran gratas, casi ninguna. No por sus partos, si no por los protocolos que allí se aplicaban”, detalla la joven.
Yaiza salía de cuentas el 9 de febrero: “El 22 de enero entré en el grupo y el 23 entregué mi plan de parto con unas cosas sencillas, como no Kristeller, no episiotomía, no separación del bebé, todo ello siguiendo las recomendaciones de la OMS y del propio Ministerio de Sanidad. Lo llevé sin muchas esperanzas, todo porque mi marido me animó a hacerlo”, añade.
Cuando llegó al Hospital, Yaiza entregó dos papeles: el protocolo de baja intervención y el plan de parto sellado por el registro del Hospital. “En monitores me atendió Verónica, una matrona encantadora. Estuvimos hablando de mis preferencias del parto.... No se separó de nosotros: a mi marido le decía como podía masajearme la espalda para aliviar el dolor de las contracciones, nos informaba de cómo iba el proceso, nos animaba... Una vez en el paritorio, alguien dijo que me iban a anestesiar localmente 'por si había que cortar'. En ese momento, Verónica dijo que no, porque en mi plan de parto figuraba que no quería episiotomía salvo ”urgencia por sufrimiento fetal grave demostrado por prueba diagnóstica“. Y libré. Entonces, los ginecólogos fueron abriendo el camino a mi bebé para evitar que yo me desgarrase. Y así fue: ni un solo punto y mi bebé en perfecto estado. Sinceramente, no puedo estar más agradecida a esa matrona que defendió mis derechos durante el parto”, reconoce Yaiza en lo que recuerda una experiencia positiva.
Rebeca. Rebeca recuerda una experiencia positiva, un parto natural y sin epidural tal y como ella quería y constató en su plan de parto. “Tuve suerte porque me tocaron los mejores matrones. Estuve acompañada todo el tiempo, me explicaron las mejores posturas para soportar el dolor y las contracciones”, apunta la madre que dio a luz hace dos meses. En todo momento estuvo controlada, y el niño nació en la sala de dilatación, sin llegar a paritorio y sin tener que realizar la episiotomía, que la madre tampoco quería. “Mi primer parto fue muy malo, casi pierdo a mi hijo. Es muy importante estar informada de los efectos secundarios o complicaciones que se pueden tener en un parto. Hay que informarse de todas las consecuencias de la epidural, por ejemplo. Por eso en mi segundo parto no la quise”, argumenta Rebeca.
Este año la Semana Mundial del Parto Respetado, que se celebra en todo el mundo hasta el 20 de mayo, defiende el lema: '¿40 semanas? El nacimiento tiene un momento adecuado, no uno programado'. #SMPR #SMPR2017
En León tendrá lugar esta actividad: