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La CHMS busca fondos europeos para solucionar las inundaciones en el acceso a Toral de Merayo

El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Marín, anunció que la solución definitiva al problema de inundaciones en el acceso a Toral de Merayo, en el municipio de Ponferrada, requeriría desarrollar un proyecto con la construcción de “una serie de sucesivos puentes para salvar toda la zona inundable”, ya que la carretera está en el propio río Sil. Una actuación que requeriría de la inversión de “entre cinco o seis millones de euros” y para lo que buscarán financiación europea, con la previsión de incluirlo en la próxima convocatoria del Programa de Cooperación Transfronteriza España-Portugal de cara a 2017-2018.
“Hablamos de una solución de varios millones de euros y que habrá buscar una financiación europea que ayude a su ejecución”, recalcó Marín, que explicó que desde la CHMS harán un estudio de viabilidad y del coste de los trabajos que “será importante y necesaria la aportación de otras administraciones, de fondos europeos fundamentalmente”. Así lo puso de manifiesto este lunes durante su visita a la zona afectada por las últimas inundaciones en el acceso a Toral, junto a la alcaldesa de Ponferrada, Gloria Fernández Merayo.
Marín confirmó las puesta en marcha de manera “prioritaria” de una obras que, de momento, permitan solucionar los problemas causados por las fuertes precipitaciones y pueda reducir a corto plazo los riesgos de nuevas inundaciones. “El río es algo vivo y como consecuencia de los arrastres y ese proceso natural han hecho que la mayoría de las aguas estén pasando por un brazo secundario en lugar de por el cauce principal”, apostilló el presidente de la CHMS,
Al respecto, explicó que el proyecto consistirá en modelizar hidráulicamente la zona para dar con la solución “más efectiva” que permita reducir el riesgo de inundación de los 70-80 metros cúbicos por segundo a que se puedan llegar a más de 150 metros cúbicos sin que se produzcan esos cortes en el acceso.
Unas actuaciones dirigidas a mejorar la capacidad de drenaje con una escollera que conduzca la mayoría del caudal por el cauce principal y que saldrán a licitación para que puedan iniciarse, a más tardar en junio, y estén finalizadas de cara al otoño después de dos o tres meses de ejecución. En Ponferrada en las que se invertirán 200.000 euros en estas obras de protección, al tiempo que también se procederá a la limpieza del cauce del río Boeza a su paso por el municipio, así como el río Oza en distintos pueblos, afectados también por las crecidas, en un plazo de un mes.
Por su parte, la alcaldesa, Gloria Fernández Merayo pidió paciencia a los ciudadanos porque estas nuevas obras de protección son “de envergadura” y tendrán que salir a licitación. “No va a resolver al 100 por ciento las inundaciones pero si va a reducir mucho el riesgo”, apostilló Fernández Merayo, que también defendió que la crecida de hace dos semana ha mostrado que la obra del dique del Sil “es efectiva” porque ha protegido las márgenes y el barrio de Flores del Sil.
Marín y Fernández Merayo fueron increpados a su llegada al puente nuevo sobre el río Sil por los propietarios de una de las naves próximas, que pidieron a ambos responsables público “más diálogo”. Eso es lo que le demanda también la asociación de vecinos Pajariel de Flores del Sil, cuyo presidente, Ábel Ángel Macías, desmiente al presidente de la CHMS para afirmar que el cauce principal es por donde inunda el río. “El agua del río Sil siempre pasó por aquí, se ha intentado desviar arriba pero el río busca su cauce natural”, puntualizó.
Macías demanda un proyecto definitivo que sea “integrante” y aboga por la constitución de una mesa de negociación en la que estén presentes la asociación de vecinos Pajariel, la plataforma Ponfesil, los vecinos de Toral de Merayo, Ayuntamiento de Ponferrada y CHMS. “Que entre todos hablemos de un proyecto definitivo”, insistió Macías, quien entiende que desviar todo el caudal por el llamado cauce principal supondría un riesgo y podría supera la mota del dique del Sil.
Antes de visitar Ponferrada, Marín también paso revista a los daños causados por las crecidas del río Boeza en Bembibre, donde también confía en iniciar en el plazo de un mes las obras que permitan evitar nuevas inundaciones y cuya financiación,en el caso de que finalmente sean declaradas de emergencia, correspondería al Ministerio de Medio Ambiente en su totalidad.