Los chinches persiguen a los peregrinos

Efe

Los latosos chinches, insectos de 1,8 milímetros que el pasado año obligaron a diversos albergues y hoteles del Camino de Santiago a cerrar sus puertas, aún son transportados por los peregrinos, pero, por el momento, la situación está “controlada”.

Estos diminutos insectos suponen un auténtico quebradero de cabeza para los albergues del Camino, desde Francia a Galicia, aunque este año no se ha notado especial incidencia de parásitos, según ha declarado hoy a EFE la presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, María de los Ángeles Fernández.

No obstante, los chinches, que viajan en las botas y mochilas de los compostelos, son un clásico en la Ruta Jacobea, ya que son fruto de la masificación y del cambio en los hábitos de higiene de la población, aspectos característicos en la peregrinación.

Para combatirlos, se ha hecho necesaria la aplicación de normas preventivas de limpieza en las hospederías del Camino, que ejecutan diariamente, entre otros, las hermanas del albergue de las Carbajalas de León.

Por su parte, la responsable del albergue leonés, Ana María Román, ha explicado hoy a EFE que, antes de distribuir las camas, los peregrinos son revisados por las hermanas y por los hospitaleros de la Asociación Amigos del Camino y en caso de estar “picados”, les limpian, les lavan la ropa, la fumigan y la dejan secar al sol.

“Los peregrinos no son conscientes de portar chinches y al abandonar el albergue dan las gracias, porque se sienten liberados”, ha comentado la hermana Ana María.

Según ha explicado a EFE el secretario del Albergue Municipal de León, Javier Álvarez, el principal problema de los chinches se encuentra en que “son muy resistentes, los productos que permite sanidad para su eliminación no son tan agresivos para no dañar la salud de los humanos y los insectos se están haciendo inmunes a esos productos”.

Los peregrinos portadores de chinches que han llegado al albergue de las Carbajalas procedían del Burgo Ranero y de Terradillos de los Templarios, en Palencia, según ha declarado la hermana Ana María.

Así lo ha confirmado también Javier Álvarez, quien ha recordado que Palencia es un foco de chinches importante y que “si no se ataja, los chinches se van arrastrando y se van multiplicando”.

Por otro lado, la Presidenta de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino Santiago, María de los Ángeles Fernández, no está de acuerdo con la existencia de un foco de chinches y ha recalcado que “los chinches se arrastran de unos albergues a otros”.

A pesar de no ser Año Jacobeo, la tendencia de aprovechar las vacaciones de verano para hacer el Camino de Santiago se sigue notando y según Fernández, “se ha visto incrementada por la crisis económica, bien por cuestiones de fe o de tiempo libre”.

Sin embargo, para Javier Álvarez “el Camino de Santiago puede durar un mes si se inicia en Roncesvalles y eso es mucho dinero” por lo que la crisis económica afectará “un poquito y negativamente” en el número de jacobeos.

Por el momento, ya han participado 65.000 peregrinos en la ruta jacobea en el primer semestre del año, según ha informado la Presidenta de la Federación y se esperan un total de 150.000 al finalizar el año.

De los 65.000 peregrinos registrados en el primer semestre del año, 11.049 se han alojado en el albergue de las Carbajalas de León y más de 4.000 en el albergue municipal de la capital leonesa, que acogió el pasado año a más de 10.000 compostelos.

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