Así será la 'chapuza intermodal' que propone la Junta para vincular las estaciones de autobuses y tren de León

El pasaje con marquesina llegaría por la calle Sancho El Gordo sacrificando una fila de aparcamientos gratis.

Carlos J. Domínguez

Una cosa es que por vía oficial describan con palabras un proyecto de infraestructura pública, como el que esta semana el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de León aprobó a la Junta de Castilla y León para ejecutar lo que han denominado “solución intermodal” que interconecte las estaciones de autobús y tren de León capital. Emplean palabras como “solución bajo cubierta”, “conexión más segura y cómoda” y “recorrido accesible, cubierto y confortable”. Pero otra cosa distinta es ver las imágenes que ni Ayuntamiento ni Junta quisieron enseñar públicamente.

Es tan simple como sentir el impacto de las imágenes de recreación figurada que la Junta ha presentado sobre lo que realmente se tratará este proyecto de la Consejería de Movilidad. No deja de ser una larguísima estructura techada, a modo de tendejón, a lo largo de los cerca de 300 metros que separan ambas estaciones pero para que los viajeros circulen caminando por la misma acera actual de la calle Sancho El Gordo. No siquiera contempla protección lateral. Por eso no pocos lo consideran una “chapuza intermodal”.

La polémica está servida desde que el viernes se informara, con escaso detalle técnico o gráfico, de esa solución elegida por la Consejería que preside María González Corral. ILEÓN intento en vano en ambas administraciones conocer detalles concretos, materiales, plazos de ejecución o presupuesto, después de que en principio la Junta indicara hace poco más de un mes por boca de la consejera que hay una reserva de un millón de euros para esta intermodalidad.

Pastrana rompe ahora la unanimidad

Esa polémica incluso se materializó en el seno del propio equipo de Gobierno municipal que aprobó el uso del suelo de vía pública para ejecutar esta obra pero, al contrario que la mayoría de las veces, con división interna. Todos los miembros del PSOE que gobierna y preside el alcalde José Antonio Diez dieron su voto afirmativo pero el concejal tránsfuga de Podemos, Nicanor Pastrana, que aspira a ser en dos meses candidato del nuevo partido político leonesista Alantre, votó en contra pese a formar parte todavía de ese equipo gubernativo. Así lo quiso hacer saber, entre críticas al proyecto, en sus redes sociales.

En los detalles gráficos que dio a conocer se aprecia en las imágenes como, por ejemplo, para solucionar la estrechez actual y hasta peligrosa de la actual acera izquierda de la calle Sancho El Gordo, la Consejería propone eliminar una fila de aparcamientos que permita ensanchar la misma.

Sólo así cabría la controvertida estructura metálica que ha elegido para León, flanqueada por columnas metálicas oscuras que sujeten una techumbre a dos niveles que aspiraría a resguardar a los viajeros de las inclemencias. La actual acera de baldosas de acabado rugoso sería sustituida por un suelo liso de color gris para facilitar el tránsito de personas con maletas de ruedas.

Pérdida de aparcamientos públicos, los privados no se tocan

El propio edil censura esta estructura por considerarla una solución que dejará a “los viajeros prácticamente desprotegidos” pasando junto a “columnas que entorpecen”. Y lamenta que “la Junta de Castilla y León, siempre a lo fácil y barato”.

En contraste con la destrucción de todos los aparcamientos gratuitos y públicos junto a esa acera izquierda, detrás de los Juzgados de León y el Parque de Bomberos, lo que el proyecto no toca es el parking privado junto a la estación de tren, que seguirá funcionando y facturando a usuarios y viajeros.

Porque éstos no disponen de más espacio para aparcar ni estacionar momentáneamente, ni siquiera en el nuevo construido aparcamiento tras el edificio de la estación de ferrocarril, porque todas las nuevas plazas creadas allí son para la parada del bus urbano, de los taxis y de las empresas privadas de alquiler de vehículos.

De momento, más allá de opiniones muy similares con la solución propuesta y en principio bendecida por el equipo de gobierno socialista, todas ellas críticas, de usuarios particulares en redes sociales, los actuales portavoces o candidatos del resto de formaciones políticas no se han pronunciado sobre si aceptan o rechazan esta alternativa en la que prevé invertir la Junta.

Una larguísima y cambiante reforma de la estación

Esta solución que debería buscar una unión peatonal efectiva entre la estación de autobuses y la de ferrocarril de la ciudad, que ocupa lo que en realidad fue inicialmente proyectado como estación temporal mientras se construía una más grande y mejor, luego desechada, es un compromiso que asumió la Consejería de Movilidad dentro del proyecto de reforma de la propia estación para los autobuses, situada en la avenida Sáenz de Miera y que llevaba años en un estado de práctica ruina.

Los primeros compromisos de arreglo databan del año 2017, hace más de cinco años, cifrados en 4,5 millones de euros, que ya ponían el acento en la intermodalidad o interconexión con el recinto ferroviario y que debería haber concluido en 2021. Era entonces consejero de Fomento el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones.

Con los años y el retraso, la Junta reformuló el proyecto para elevarlo a 15 millones de euros, prometió el consejero varias veces, pero con un truco que ILEÓN destacaba: cerca de 9 de esos millones no eran de inversión ni de obra sino para la gestión y la explotación del recinto de autobuses por parte de la empresa pública Somacyl hasta el año 2040.

El millón restante era reservado para la interconexión peatonal con la estación de tren, que la sucesora de Quiñones tildó de “solución compleja” en su última visita a olas obras, en febrero de este año. Todo ello fue 'bendecido' por el ayuntamiento.

55 millones de diferencia con Valladolid

Al mismo tiempo, idéntica fórmula proyectaba la Junta para la estación de autobuses de Valladolid, también en un estado lamentable, aunque en su caso los 15 millones de León se elevaban a más de 70 millones, que inicialmente se había cifrado en 28,6 millones.

En el caso de la intermodalidad de los nuevos edificios allí diseñados, junto a la nueva estación de trenes de Campo Grande, todo ello ejecutado por la sociedad pública Valladolid Alta Velocidad de la que forma parte la Junta -en León se disolvió hace una década-, se plantea incluso la elevación de toda una calle para permitir la permeabilidad segura de los viajeros. Por cierto, ambos proyectos se financian con dinero europeo proveniente del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

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