Cercan con bloques de hormigón los restos de la casa más antigua de León derribada
Bloques de hormigón donde estaban las fachadas de la casa más antigua de León, quizá de los siglos XV o XVI, en la Carretera de los Cubos, y de sus viviendas aledañas tras el polémico derribo de hace días. Eso es lo que esá ocurriendo estos días tras la 'tormenta' por la autorización por parte del equipo de Gobierno del PP, con el visto bueno de Ciudadanos, de esta vivienda que permanecía con Protección de grado 3 dentro del Plan Especial de Ordenación, Mejora y Protección de la Ciudad Antigua.
La 'fachada' de los Cubos que permanece en pie, a cuya altura se levantan ya muros de bloques de hormigón.
La casa derribada es la que se sitúa junto a la valiosa vivienda que hace esquina en la avenida de los Cubos.
Los operarios de la empresa Decolesa se encuentran estos días levantando un muro para el cerramiento de la finca que ocupaban los tres edificios, cerramiento al que están obligados los propietarios como en cualquier otro solar de la ciudad. Se trata de impedir el acceso a la finca, de la que tan sólo ha quedado en pie la antigua parte de la planta baja de la fachada del inmueble que hacía justo esquina y que era el más antiguo de los tres, y también el más antiguo de toda la ciudad.
Unas precauciones que el Ayuntamiento no adoptó, ni ordenó adoptar, desde que en febrero de 2016 aparecieron las presuntas grietas con las que la concejala de Urbanismo, Ana Franco, justificó la autorización de derribo, que la piqueta materializó hace semana y media. Porque a pesar de que según la edil la situación de la vivienda “podía haber provocado accidentes mortales”, no se impidió nunca el tránsito de peatones ni de vehículos por sus proximidades.
Cabe recordar que uno de los propietarios de este valioso -por histórico- inmueble es un alto funcionario en el área de Urbanismo del Ayuntamiento leonés, Miguel Carpintero Suárez, secretario de la Comisión de Urbanismo, Patrimonio, Infraestructuras y Desarrollo Sostenible que preside la concejala Franco.
En cuestión de días, al ritmo actual, quedará terminado el nuevo cerramiento de bloques de hormigón de manera que tan sólo se podrá recordar el perímetro que ocupaban antes de actuar la piqueta, ya que de la vieja estructura apenas queda el muro de la planta baja que se ordenó mantener, como condición que impuso la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, la cual también dio el visto bueno al derribo.