Castilla y León ya puede desarrollar e implantar la teleasistencia avanzada como servicio
El Bocyl publica este miércoles la Orden que regula por primera vez y determina el contenido de la prestación de teleasistencia avanzada. El contenido de esta regulación está elaborado gracias a la colaboración entre la Junta y las corporaciones locales y permitirá que Castilla y León, además de los servicios de teleasistencia tradicional básica de dispositivo domiciliario de apoyo inmediato ante una situación de emergencia, comience a desarrollar e implantar una teleasistencia avanzada con tecnología que telemonitoriza a la persona y a su entorno para analizar tanto riesgos del hogar como fuera del domicilio permitiendo así una asistencia mucho más personalizada, en mayores ámbitos y sobre todo proactiva, no respondiendo ya únicamente a situaciones de emergencia sino prediciendo también posibles riesgos que permitan una actuación anticipada.
La teleasistencia es una prestación de la que son titulares y prestan las corporaciones locales, mientras que la competencia de regulación es de la Junta, al igual que la mayor parte de la financiación de la misma. La colaboración entre las corporaciones locales y la Junta ha permitido también elaborar una Orden, que hoy publica el Bocyl, que regula por primera vez y determina el contenido de esta prestación, algo que deriva a su vez de los compromisos adquiridos por la Junta en los acuerdos del Diálogo Social del 15 de febrero de 2018.
La teleasistencia tradicional básica, que también regula esta Orden, implica atención permanente en el domicilio con apoyo inmediato ante situaciones de necesidad y movilización de recursos humanos y/o materiales, apoyo emocional seguimiento de situaciones de convalecencia, soledad y aislamiento o unidad móvil para atención personal cuando sea necesario. Pero esta Orden implica potenciar aún más este servicio regulando por primera vez la teleasistencia avanzada, que posibilitará dos cambios sustanciales: por un lado, añadir a los contenidos básicos de la teleasistencia hasta otros 13 contenidos y recursos tecnológicos propios de la teleasistencia avanzada que podrían ampliarse en función de las necesidades de las personas y, por otro, incorporar un cambio en el servicio que pasará de ser únicamente reactivo ante emergencias a proactivo y predictivo.
Esta prestación es un derecho ya para todas las personas mayores de 80 años y para las personas dependientes, pero pueden acceder a ella todas las personas que la necesiten, ya que se está atendiendo toda la demanda. En la actualidad se benefician de esta ella unas 30.000 personas en Castilla y León, 13.000 de ellas son dependientes. De todos los usuarios en la Comunidad, el 65 por ciento son personas que viven solas, más del 75 por ciento son mujeres, más del 80 por ciento tienen 80 años o más y el 43 por ciento viven en el medio rural. Hay que tener en cuenta que los datos indican que en Castilla y León el 24,8 por ciento de las personas mayores de 65 años y el 35,8 por ciento de las mayores de 80 años viven solas
Más servicios y apoyos tecnológicos
La teleasistencia avanzada que tendrá que comenzar a desarrollarse e implantarse en Castilla y León supondrá, por un lado, más servicios con nuevos apoyos tecnológicos. En este sentido incluye la telemonitorización de la persona y su entorno, con apoyos tecnológicos complementarios tanto dentro como fuera del domicilio, para desarrollar procesos y protocolos de actuación que den respuesta a las situaciones de necesidad detectadas.
Entre los contenidos que recoge la orden en la modalidad de teleasistencia avanzada se encuentran la detección a través de dispositivos tecnológicos de presencia de humo o fuego, fugas de gas o agua, presencia de monóxido de carbono, que pueda entrañar un riesgo o emergencia en el domicilio.
Junto a esto estará la prevención de situaciones de riesgo detectadas mediante el seguimiento del patrón de actividad a través de dispositivos tecnológicos y aplicación de protocolos de atención preventiva o la detección y atención a situaciones de riesgo y emergencia fuera del domicilio a través de dispositivos móviles: geolocalización o presencia en entornos no seguros.
Además, se encarga de la petición y recordatorio de citas médicas; del seguimiento proactivo periódico del estado de salud y psicosocial de la persona que permita, mediante la aplicación de protocolos de coordinación sociosanitaria, la detección, valoración, intervención, y derivación de posibles situaciones de vulnerabilidad, tanto por enfermedad y/o dependencia como por situaciones de soledad y aislamiento; o del seguimiento proactivo periódico y prevención de situaciones de riesgo en procesos de convalecencia y rehabilitación mediante la aplicación de un protocolo de coordinación sociosanitaria para la detección y prevención de posibles situaciones de riesgo de abandono, motivación y seguimiento de los ejercicios de rehabilitación prescritos, a lo que se añaden otros servicios de atención a distancia que permitan la detección y actuación inmediata en situaciones que supongan un riesgo para la persona y o para su hogar.
La teleasistencia avanzada supondrá, por otro lado, un cambio sustancial en el servicio ya que pasará de ser reactivo a proactivo, dando respuesta no sólo a situaciones de emergencia sino prediciendo posibles riesgos que permitan una actuación anticipada.
De esta forma la teleasistencia avanzada hará posible una atención mucho más personalizada en función de las necesidades de cada persona. En este ámbito es destacable que se elimina la diferencia entre titulares y usuarios de la prestación, pasando todos a ser titulares con lo que se extiende y personaliza la prestación a todos los miembros de la unidad familiar que, por su edad o grado de dependencia, se benefician de ella.
Junto a esto, dará respuesta a necesidades de la persona con dependencia y a sus cuidadores, con el fin de detectar y evitar situaciones de agotamiento y, de esta forma, en Castilla y León todos los cuidadores de personas dependientes titulares de esta prestación y la de cuidados en el entorno familiar, pasarán a disfrutar de forma automática del seguimiento proactivo periódico del cuidador a través de la modalidad avanzada. A su vez, permitirá una mayor integración en el entorno, al prestarse los servicios dentro y fuera del domicilio de la persona; incrementará las posibilidades de atención que permite la solicitud de ayuda a demanda de la persona, al combinarse con la gestión de alertas derivada de la interpretación automática de datos que detecten información relativa a los riesgos de la persona gracias a la telemonitorización tanto en su domicilio como en relación con la alteración de sus patrones de comportamiento.