Localizado el cadáver del hombre que cayó en un pozo en Zamora cuando buscaba un tesoro
Eran poco más de las cuatro de la tarde de este martes cuando el operativo de búsqueda dispuesto por los Bomberos de Zamora, la Policía Nacional y la Policía Local hallaba el cuerpo sin vida del pastor que había desaparecido en una finca próxima a la ermita de Valderrey, en Zamora.
Pese a que desde primera hora de la mañana el operativo “creía haber avistado el cuerpo del pastor al fondo del pozo”, según explicó el comisario Jefe de la Policía Nacional en Zamora Clemente Castaño, las reservas eran máximas. Y es que el comisario dejaba meridianamente claro que no podría confirmarse el hallazgo, y mucho menos la identidad de la persona que presumiblemente estaba al fondo del pozo, hasta que no se accediese a él.
El cuerpo estaba en un pozo cuyo orificio era de escasos 60x60 centímetros. Un habitáculo por el que era imposible realizar las labores de rescate y de ahí la necesidad de utilizar maquinaria de obra para poder desplazar grandes cantidades de tierra y poder llegar a un lugar que se calculaba podía estar a diez metros de profundidad. Tras realizar las labores oportunas, era poco después de las cuatro de la tarde cuando el hallazgo se completaba, se recuperaba el cuerpo y se certificaba el fallecimiento y la identidad de este pastor magrebí.
El fallecimiento, según explicaba el subdelegado del Gobierno en su visita a los trabajos de auxilio, se debió a la falta de oxígeno ante tanta profundidad y también a posibles emanaciones de azufre en el terreno. Hay que recordar que el pastor había construido ese pozo junto con otro compañero con el objetivo de buscar un supuesto tesoro que había por la zona, concretamente debajo de una casa en ruinas en una zona próxima a la ermita de Valderrey.
La voz de alarma la dio sus compañero, al no verlo el domingo por la tarde y encontrarse a los pies del pozo sus pertenencias. Incluso, según la Policía Nacional, el segundo pastor habría escuchado la voz agonizante de su compañero a través del pozo y de ahí que advirtiera con celeridad a las autoridades. De esta forma, se cierra una historia rocambolesca que ha mantenido en vilo a la ciudad durante las últimas veinticuatro horas.
