Los bomberos forestales de Tabuyo vuelven a protestar para reclaramar mejoras laborales

Medio centenar de trabajadores forestales se manifiestan a las puertas de la sede de Tragsa para exigir un salario digno y mejoras laborales. Foto: Dos Santos/ Ical

Ical

Medio centenar de integrantes de la Asociación de Trabajadores de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (Atbrif) protagonizan un encierro desde mediodía en la sede de la empresa pública Tragsa en Valladolid, situada en la calle Cobalto, en el Polígono de San Cristóbal.

Con esta acción reflejan su disconformidad con la firma, a la que reclaman un salario “digno acorde al riesgo de la profesión”, que no alcanza los “mil euros”, así como una mejora de la categoría profesional. Según explicaron a Ical fuentes de la Asociación, concretamente piden ser bomberos forestales, una opción que ya existe y “que recoge una serie de beneficios”. Estas son algunas de las demandas que exigen estos trabajadores desde hace días y que intensifican ahora por el miedo a que, pasada la época de alto riesgo de incendios, sus peticiones queden en el olvido.

De este modo, los empleados de las Brif de Tabuyo del Monte, Lubia (Soria) y Puerto el Pico (Ávila) –las tres ubicadas en Castilla y León que dependen del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente-, solicitan “cinco cosas básicas”: además de la mejora del salario y la categoría, desean mejorar los coeficientes de reducción en la edad de jubilación, así como una segunda actividad para los que no pueden estar en primera línea de fuego por edad, “pero sí en la base”, en lugar de ser despedidos. Por último, quieren que su convenio colectivo incluya unos 40 artículos que son “beneficiosos, y del que sí se aprovechan otros trabajadores de Tragsa”. “Mientras no tengamos un compromiso, no nos movemos”, declararon algunos de los trabajadores que prefirieron permanecer en el anonimato.

Tras el encierro que llevó a cabo el colectivo el pasado día 28 de agosto y al cual iba, los trabajadores creen “insuficiente y estratégicamente pensada” la respuesta de recibirlos el día 16 y en el seno de su comité intercentros el 30 de septiembre, reuniones en las que los empleados ven “una clara intención de alargar el proceso, una de las artimañas más utilizadas, y así esperar a que pase el verano y con él, los incendios dejen de estar presentes en las noticias, para volver a enterrar un año más en el olvido”.

Sin embargo, la Asociación confía en que el encierro de hoy sea el último de sus actos y que lo que se acuerde el día 16 “se ratifique el 30 por la empresa en la reunión con los representantes de los trabajadores”. De no ser así, no descartan convocar una jornada de huelga.

Los representantes del colectivo trasladarán a Tragsa que no están dispuestos “a aguantar que una empresa pública con un encargo de adjudicación directa por valor de 25 millones con dinero público pague a bomberos forestales que se juegan la vida tres euros al día como plus de extinción, que cubre la peligrosidad, turnicidad y disponibilidad, mientras que, como ya ha salido publicado en numerosos medios, haya directivos que cobren 50.000 euros como bonus”.

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