Banco Ceiss sigue con su recorte de oficinas en León
El Consejo de Administración del Banco de Caja España-Duero (Banco Ceiss) acordó el cierre de otras 85 oficinas de la entidad en su zona tradicional de actuación (Castilla y León, Madrid y el norte de Extremadura) que se suman a las 31 decididas el pasado 20 de junio, según informaron a la agencia Ical fuentes de la entidad. En total, la nueva estructura del Banco Ceiss en esta zona se mantendrá con un total de 530 oficinas, es decir, 116 menos que con las que opera en la actualidad. Además, la entidad ha decidido cerrar otras 23 oficinas en comunidades que no forman parte de su ámbito tradicional de negocio, lo que se conoce como 'zona no core'.
Estas mismas fuentes explicaron que esta decisión, para que la aún no existe un calendario aprobado, obedece a la necesidad de racionalizar las estructuras de la entidad para garantizar la eficacia y lograr un saneamiento de la misma en el menor tiempo posible. No obstante, pusieron de manifiesto que el Banco Ceiss mantendrá la red financiera con mayor presencia en el territorio de la Comunidad y que sus servicios quedan garantizados en su zona de negocio.
En concreto, en la denominada 'zona core', la tradicional, las últimas decisiones del Consejo de Administración suponen el cierre de 40 oficinas en Madrid, donde seguirán operando con 66 centros; 18 en Valladolid, donde mantendrán 98; 13 en León para quedarse con cien; 11 en Zamora, donde mantendrán 55, y 10 en Salamnca para quedarse con 80.
Ya en menor medida, el plan de cierres contempla que dejarán de funcionar otras siete en Palencia, donde operarán con 42; cinco en Ávila y Cáceres, para mantener abiertas 17 y 42, respectivamente; tres en Soria y Burgos, donde quedarán 23 y 5, respectivamente, y una en Segovia, donde habrá dos oficinas en funcionamiento.
Fuentes de la entidad explicaron a Ical que, con esta decisión, se culmina el grueso del ajuste que debe acometer la entidad de acuerdo con los compromisos adquiridos en su plan de reestructuración y que supone una reducción de su negocio del 30 por ciento, lo que podría superar los 1.200 millones de euros, para adaptar su funcionamiento y estructuras a los planteamientos de la Comisión Europea que consiste en centrar su actuación en su zona tradicional y en una clientela compuesta por particulares y pequeñas y medianas empresas.
