Asturias recluta voluntarios sanitarios para tratar pacientes con ébola
Hay un equipo de profesionales sanitarios voluntarios listo para intervenir, un protocolo de actuación establecido y unas instalaciones habilitadas en la quinta planta del viejo hospital del HUCA en El Cristo. Asturias está preparada para tratar un posible diagnóstico del virus del ébola. Aunque la administración señala que el riesgo específicamente para el Principado “se considera muy bajo”, ha extremado las medidas de precaución y ha sumado los recursos que tiene a su alcance. La Junta de Personal del HUCA se muestra satisfecha con el procedimiento puesto en marcha por el Servicio de Salud (Sespa) y colectivos médicos como el Simpa reconocen que, a priori, no se tiene por qué temer ninguna emergencia sanitaria.
El protocolo para el procedimiento de actuación ante sospechas de caso de enfermedad por el virus ébola (EVE) en Asturias se actualizó por última vez el pasado 12 de septiembre. En el documento se incluyeron todas las recomendaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el ministerio. Incluye desde cómo abordar un caso sospechoso a cómo manejar a un paciente ya diagnosticado, cómo deshacerse de restos biológicos o cómo identificar a los contactos de riesgo que ha podido tener el paciente.
Voluntarios
Los dos primeros pasos dados por la administración sanitaria asturiana, una vez publicado el documento, fueron determinar dónde se habilitaría el área de aislamiento y qué equipo de profesionales atendería a los enfermos infectados por el virus. El área de aislamiento se instaló en la planta quinta derecha del viejo hospital general del HUCA. Especialistas consultados han precisado que se eligió esa ubicación porque existen estancias que ya estaban preparadas para la cuarentena de pacientes de tuberculosis, con un flujo laminar de aire filtrado. En segundo lugar se pidieron voluntarios entre los profesionales sanitarios para formar parte del grupo de emergencia. Los equipos están compuestos por médicos, enfermeras y auxiliares, en una proporción similar. El anuncio para integrarse en el operativo estuvo incluso colgado en la página web del HUCA, en el apartado de personal. La Consejería de Sanidad del Principado no ha querido precisar el número de trabajadores que compone esta bolsa.
Establecer la sospecha
La sospecha de un caso de contagio del virus del ébola se puede establecer bien porque el paciente tenga síntomas o porque haya estado en contacto con un caso positivo. Los síntomas pasan tener una temperatura superior a 38,3 grados y hemorragias o, al menos, dos días de otros indicios, como cefaleas, mialgias o diarreas.
¿Qué hacer con un paciente que llega a urgencias de un hospital? El primer paso será poner una mascarilla quirúrgica al paciente y mantenerlo en un lugar separado, preferiblemente, en un lugar cerrado. A continuación, deberá informarse al SAMU, que notificará lo sucedido al Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Si cumplen los criterios para considerarlo un caso en investigación, se organizará de inmediato su traslado a la zona de aislamiento. El personal sanitario tendrá que identificar a las personas que hayan mantenido contacto físico con el paciente desde el inicio de los síntomas. No se realizará ningún examen médico antes del traslado, a no ser que sea estrictamente necesario. Si necesita de un acompañante, por ejemplo si es un niño, éste deberá utilizar mascarilla quirúrgica, bata impermeable y guantes.
Los profesionales que tengan que estar en contacto con el enfermo antes de su traslado deberán utilizar lo que se denomina equipo de protección personal, que consiste en un doble guante, una mascarilla quirúrgica con pantalla facial, una bata impermeable desechable de manga larga, un gorro quirúrgico desechable y unas calzas impermeables desechables. Una vez usado, se eliminará en un contenedor para residuos sanitarios potencialmente infecciosos.
Si la llamada de alerta es desde un domicilio y no desde un hospital, el personal médico del SAMU tendrá que valorar el cuadro clínico y decidir qué hacer. Podrá mantenerle en casa aislado hasta que adopte una decisión y, si cumple los criterios, trasladarlo directamente a la zona de aislamiento del viejo HUCA, donde será atendido por el equipo de voluntarios.
En ambos casos, en casa o en el hospital, el material desechable que haya entrado en contacto con el paciente se eliminará en un contenedor para residuos sanitarios potencialmente peligrosos. El material no desechable se mantendrá en una bolsa de plástico cerrada y correctamente identificada que se desinfectará.
El traslado
El traslado a la zona de aislamiento se realizará en una ambulancia de la que se retirarán todos los elementos que no sean necesarios y con una cabina del conductor físicamente separada del área del paciente. Recomiendan que en el transporte del caso en investigación sólo participe el personal designado por el SAMU, pero que esté coordinado con el personal del HUCA.
La entrada de pacientes a las habilitaciones de aislamiento en la quinta planta del hospital se realizará a través de la puerta principal del edificio.
Confirmación
La confirmación llega mediante análisis clínicos de sangre. Los profesionales tomarán una muestra a todo caso en investigación durante la fase aguda de la enfermedad, que se remitirá al Laboratorio de Referencia nacional del Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III. El tiempo de respuesta estimado es de 24 horas. Cuando el resultado sea positivo, el resto de la muestra no utilizada será remitida al laboratorio de referencia europeo para una confirmación extra mediante aislamiento del virus. Si es negativo, se necesitan otras dos confirmaciones negativas más con un intervalo de, al menos, 48 horas para dar de alta al paciente.
El aislamiento
Los casos en investigación o confirmados deben usar mascarilla quirúrgica desde el principio y permanecer en una habitación individual con la puerta cerrada. Se debe utilizar instrumental médico de uso exclusivo o, si es reutilizable, aplicar técnicas de esterilización adecuadas. La vajilla utilizada por el paciente se desinfectará. Las heces y la orina de los pacientes pueden eliminarse en la red de alcantarillado pero los inodoros deben limpiarse con un desinfectante de uso hospitalario.
Todos los profesionales que entren en contacto con el enfermo deben usar el equipo denominado de protección personal de contacto y de transmisión por gotas: mascarilla quirúrgica, doble guante, bata desechable impermeable de manga larga que cubra la ropa hasta los pies, calzado impermeable, gorro y mascara facial o gafas; cuando se realicen procedimientos que generen aerosoles (como una intubación), el personal usará una mascarilla con respirador. Hasta el personal de limpieza del hospital y los manipuladores de ropa deben usar el traje de aislamiento adecuado al manipular o limpiar el material o superficies potencialmente contaminadas.
La precaución es tan extrema que no se deben realizar autopsias si se sospecha que el ébola es la causa del fallecimiento y que el contacto con los cadáveres debe limitarse a personal entrenado y siempre que use el equipo de protección.
Contactos de riesgo
Aunque se desconozca con exactitud las formas de contagio, el protocolo del Principado determina qué contactos con un enfermo son de riesgo elevado. Otorga la máxima alerta a las personas que hayan estado a menos de un metro del paciente si estaba tosiendo, vomitando, sangrando o con diarrea, sin mantuvieron relaciones sexuales o si ha estado en contacto con su ropa.
El personal sanitario mantendrá una vigilancia activa de los contactos de alto riesgo durante los 21 días posteriores a la última fecha de exposición de la posible infección. Deberán tomarse la temperatura dos veces al día, pero no tendrán restricción de movimientos.