El análisis de la torre sur de la Catedral descarta problemas graves tras el último desprendimiento
El análisis fotográfico realizado en los últimos días a la torre sur de la catedral de León ha permitido determinar que no existen graves problemas en esta zona del templo después de que la semana pasada se desplomara parte de una cornisa de esta torre, sin ocasionar daños personales, pero generando un gran debate sobre el estado de conservación del templo.
El administrador del templo, Mario González, confirmó que el estudio de las imágenes obtenidas la semana pasada por un equipo de profesionales de trabajos verticales, ha permitido, después de su análisis, ver que no hay probabilidad de que se produzcan nuevos desprendimientos, aunque matizó que resulta “imposible” detectar el posible mal interno de la piedra.
Después del análisis fotográfico llevado a cabo en las últimas horas, fue necesario retirar de la fachada “algún trocito” de pequeñas piezas que podían estar algo dañadas, aunque “no hay nada extraordinario” y la cuantía de los elementos retirados “no ha llegado ni a media cesta”, insistió González, que recalcó que el mantenimiento se continúa haciendo de manera constante para la perfecta conservación del templo y de sus elementos.
El desprendimiento de esta cornisa, al parecer como consecuencia de las adversas condiciones climatológicas, ha generado un debate sobre las intervenciones en el templo. En este sentido, González reconoció que la Junta de Castilla y León ya ha mostrado su interés por colaborar en la materia y próximamente, incluso no se descarta que sea esta misma semana, se mantendrá una reunión para determinar posibles actuaciones en la seo leonesa.
Fue el pasado martes cuando una parte de una cornisa, un vierteaguas de unos 40 centímetros, se desprendió de la torre sur cayendo al exterior del recinto cercado del templo, y a pesar de que el suceso se produjo a mediodía, no ocasionó daños personales. La imposibilidad de que los Bomberos de León pudieran acceder al lugar desde el que se desprendió el vierteaguas, dada la altura a la que se encontraba, hizo necesaria la contratación de una empresa de trabajos verticales, que fotografió los elementos próximos para descartar nuevos riesgos de desprendimientos.