Alimerka realizará “movimientos” en 2014 ante unas pérdidas de 5 millones estimadas para este año
Las dificultades económicas han llegado también a la cadena de supermercados Alimerka, que estima que finalizará este año 2013 con unas pérdidas totales de cinco millones de euros. Esta situación ha llevado a la compañía a transmitir a los trabajadores la necesidad de acometer “movimientos” que permitan intentar solucionar esta situación de la mejor forma posible. Aunque un expediente de regulación de empleo (ERE) es una de las opciones, se está en continuas conversaciones con los sindicatos para encontrar la mejor fórmula.
Después de una primera toma de contacto con la empresa, en la que ésta trasladó a los responsables sindicales la situación que estaba atravesando, ésta se trasladó a los trabajadores, que de forma mayoritaria no quieren un sacrificio que suponga una rebaja salarial, aunque sí una “adecuación”. Igualmente, han exigido un compromiso por parte de la empresa de llevar a cabo una “mejor gestión de compras e inversiones”.
Así lo confirmó el secretario de Acción Sindical de la Federación de Comercio de UGT en Castilla y León, Orlando Aranzana, que aclaró que el ERE es “una posibilidad”, aunque matizó que “hay otras”. Sin embargo, lo que sí se plantea es “algún tipo de movimiento” que ya se ha hecho llegar a los trabajadores, quienes reclaman que el esfuerzo “sea compartido”.
Aranzana insistió en que hasta ahora sólo hay conversaciones en las que la empresa ha mostrado su preocupación ante la situación actual, tanto por las pérdidas acumuladas este año como por la bajada de ventas. En Castilla y León, esta situación afecta a algo más de 1.100 trabajadores que desempeñan su labor en un total de 41 tiendas repartidas por toda la geografía autonómica.
La próxima semana está previsto que se retomen las conversaciones con la compañía asturiana para trasladarle el pensar de los trabajadores para esperar los planteamientos de la empresa. Mientras, los sindicatos, conocedores de las experiencias de otros sectores, apuestan por la “colaboración” con el fin de poder superar la crisis “manteniendo el mayor número de empleos posible”, para lo que todavía “hay un margen”, reconoció Aranzana, que insistió en que los trabajadores “no están dispuestos a traspasar esa línea roja”, concluyó.