El alcalde culpa de la suciedad en las calles de León a “algunos dueños de perros” y propone endurecer las multas

El alcalde de León, José Antonio Diez, acompañado por el concejal de Limpieza y Residuos, Jon Ander Fernández.

Redacción ILEÓN / Miriam Badiola / Agencia ICAL

El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de León propone un cambio en las ordenanzas locales sobre animales de compañía para que los dueños de perros se hagan cargo de la limpieza en la vía pública de los orines de sus mascotas, haciendo obligatorio portar una botella con líquido desinfectante. El Alcalde de León, José Antonio Diez, y el concejal de Modernización y Servicio de Limpieza y Residuos, Jon Ander Fernández han comparecido el miércoles para explicar la propuesta que se adopta nuevas responsabilidades de propietarios de animales de compañía en la Ley de Protección y Bienestar Animal.

El alcalde ha explicado que este cambio en las ordenanzas del municipio que regulan la tenencia de los animales, y que no se modifican desde 1995 (cuando fueron creadas), se debe a “las complicaciones que supone para la limpieza de las calles la actitud de algunos responsables de mascotas que no cumplen con la obligatoriedad de recoger sus excrementos.

“La falta de recogida hace que nuestras calles en muchos puntos estén llenas de estos desechos que provoca problemas de suciedad, salubridad e imagen y coste de los servicios”, afirma Diez después de que durante la campaña electoral para las últimas elecciones municipales el PP afeara repetidamente el mal estado de la limpieza de la ciudad. “No es un problema de León sino de todas las ciudades de España pero algunas han adoptado medidas y otras no lo han hecho”, ha asegurado el alcalde.

Diez ha querido también aclarar que no habla de todos los dueños de perro, que en el municipio llegan a 12.600 censados; una cifra que supera a los habitantes de Astorga, el quinto municipio de la provincia con más habitantes: “Somos conscientes de que es una actitud de muy pocos propietarios, pero seguimos detectando la necesidad de extremar la obligatoriedad de excrementos. La modificación sirve para dar el apoyo a la inmensa mayoría de dueños de mascotas que cumplen completamente con sus obligaciones y cuya imagen se ve dañada por aquellos pocos incívicos”.

De esta forma, se añade la obligatoriedad de limpiar los orines de las mascotas con líquidos biodegradables para así evitar “manchas y corrosión en calles, fachadas, o mobiliario urbano”, además de establecer la prohibición de que se hada en las puertas de edificios y locales.

Esta norma, que el acalde afirmó que ya se encuentra en vigor en muchas ciudades de España, llevará consigo “un régimen de sanciones para aquellos que la incumplan”, ya que se considerará “una infracción de la ley”.

Convencido de que la medida será “bien recibidas tanto por ciudadanos como por propietarios animales”, José Antonio Diez depositó su esperanza en que su cumplimiento “sirva para evitar una parte importante de la suciedad de las calles de la ciudad pero también para mejorar la salubridad e imagen de la misma”. “No tiene sentido que estén prohibidas micciones de personas y menores en la vía pública pero sí puedan hacerlo los perros, cuya orina además daña de manera clara el mobiliario urbano”, incidió.

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