León, clave en la mayor trama nacional que vendía para consumo humano carne ilegal de caballos enfermos o muertos

La Guardia Civil, en coordinación con Europol, desmanteló una red que comerciaba con carne de caballo no apta para el consumo humano. Toreno fue epicentro de esa carne.

En abril de 2017 saltó la alarma en la provincia de León con una inusual noticia: un operativo internacional de la Guardia Civil intervenía los mataderos de dos localidades leonesas, Astorga y Toreno. Arrancaba así un secreto policial y judicial que escondía un entramado que acabó siendo internacional, impulsado durante mucho tiempo por un juzgado leonés de Ponferrada, y saldándose de momento con 65 personas entre empresarios ganaderos, veterinarios y funcionarios por la venta ilegal de carne de caballos enfermos o muertos en Europa.

El nombre no trascendió hasta mucho tiempo después pero era la Operación Gazel. Y tuvo en León un epicentro importante, según van desvelando las informaciones. La última la ha lanzado ahora El País, explicando que según fuentes oficiales se ha demostrado en el entramado de delicientes acabó desviando para el consumo humano carne ilegal de caballos enfermos y fallecidos que en principio debería haber ido como alimento de las fieras en el zoo de Vigo.

Aunque la investigación judicial ya ha recaído en la Audiencia Nacional, el caso fue pilotado durante mucho tiempo por el Juzgado de Instrucción nº 4 de Ponferrada, quien dirigía un operativo de la Guardia Civil, en colaboración con Europol, que acabó desmantelando una red que alcanzó a Francia, Portugal, Bélgica, Italia, Rumanía, Suiza, Holanda y Reino Unido.

Sólo en España se detuvo a 65 personas por los presuntos delitos de maltrato animal, falsedad documental, prevaricación, contra la salud pública, blanqueo de capital y organización criminal, alcanzando a siete comunidades autónomas. La provincia de León fue clave en la trama, según desvelan los detalles del caso.

La carne no iba al zoo sino a cadenas de supermercados

El País desvela por ejemplo que desde el matadero de Toreno se distribuyeron para su venta y posterior consumo humano partidas que a priori estaban destinadas a alimentar a algunos felinos de Vigozoo, el Parque Zoológico de Vigo. En el matadero de Toreno en concreto, la investigación policial y judicial señala a Fernando de Sousa, quien, según el juez, “introducía carne en forma de subproductos en cadenas de supermercados de ámbito nacional, generando un riesgo para la salud pública”.

Ahora se sabe que entre las 65 personas implicadas hay ganaderos y empresarios cárnicos, así como cuatro veterinarios y responsables de mataderos de la provincia de León, entre otras del país. Por ejemplo, desde una industria cárnica situada en Valmojado (Toledo) se enviaron a Bélgica en febrero de 2017 productos cárnicos contaminados con listeriosis, según consta en el sumario.

El sumario sobre la operación Gazel deja claro el total descontrol sanitario que se vivió en el matadero de Toreno, en concreto en las partidas de carne de caballo no apta para el consumo humano que debería haber ido a parar al zoo de Vigo. Pero que nunca llegaron sino que se vendió como carne de vacuno o ternera.

El diario explica que fue un veterinario de Vigozoo el que echó la cuenta de la carne que llegaba y que no terminaba de cuadrar. En una de las remesas se echaron en falta, por ejemplo, 400 kilos de carne y ocho patas de caballo. El veterinario pidió explicaciones al matadero de procedencia, el de Toreno, pero sin respuesta.

Entre la documentación de la que ya dispone la jueza de la Audiencia existen pruebas como grabaciones en las que se hablaba eufemísticamente de “caballos dormidos o tumbados”. Y maniobras como que se abriera el matadero de Toreno de noche para sacrificar animales saltándose todos los controles sanitarios preceptivos, habiendo llegado éstos del norte de España y también de Portugal.

La investigación destapa también prácticas de extrema crueldad con los animales. Porque algunas personas sin cualificación alguna eran los encargados de rajar a los caballos para extraerles su chip de identificación y sustituirlos por otros para no levantar sospechas al derivar su carne al consumo humano. Se servían de un ecógrafo para localizar el chip, que extraían de forma rudimentaria“, destacan para El País. Incluso la Guardia Civil llegó a sorprender a algunos ganaderos mientras lo hacían.

Nueva detención en julio de 2019

Al frente de esta organización se sitúa un holandés residente en Calpe, Alicante, Johannes Fasen. Nada más iniciarse la operación Gazel, la magistrada de Ponferrada ya mandó encarcelarlo a causa de una orden europea de detención llegada desde Bélgica.

No es el único caso que le afecta, como auténtico capo de la carne ilegal que parece ser. Fasen volvió a ser detenido el pasado julio de 2019 en Calpe a petición de Francia, que le buscaba por otra estafa alimentaria. Se trataba de la mayor estafa alimentaria de Europa, conocida como 'Horsegate', igualmente con carne de caballo sin control de por medio.

Ese caso saltó en 2013, al descubrirse que una importante cárnica francesa había vendido cientos de toneladas de carne de caballo haciéndola pasar por ternera y con la que se fabricaban platos precocinados como lasañas, musakas o chili. La trama, descubierta inicialmente en Reino Unido, extendía sus tentáculos en más de una docena de países, donde algunas reconocidas marcas de comida precocinada habrían utilizado esta carne en la elaboración de millones de platos.

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