Villaquilambre enseña a padres e hijos preadolescentes a comunicarse y llevarse bien

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Prensa Villaquilambre

El miércoles 27 de marzo, a las 18 horas, en la biblioteca del colegio público de Navatejera, el gobierno popular y cívico de Villaquilambre clausura una de sus más singulares y sociales inicitivas, el taller de habilidades parentales “Hablemos”, que forma parte de un amplio programa de prevención de drogodependencias.

Con la colaboración de las asociaciones de madres y padres de los colegios públicos del municipio y de la DiputaciónProvincial, la Concejalía de Bienestar Social se ha dirigido, básicamente, a los preadolescentes, niños y niñas de 9 a 13 años, y a sus padres, para enseñar a ambos a abordar los problemas de comunicación que suelen aparecer en esa etapa de la vida y que, a menudo, facilitan el comienzo en el uso de las drogas. La novedad del programa y su principal atractivo es, precisamente, que participen en él, conjuntamente, padres e hijos, que han tenido la oportunidad de aprender y de hablar sobre las drogas, la forma de afrontar los conflictos, la sexualidad, el uso de Internet, la propia comunicación, etcétera.

El taller, de carácter totalmente gratuito, ha estado dirigido por la psicóloga Vanessa Ramajo Díez, de amplia experiencia en este campo, para la cual, el objetivo es “por un lado, que se comprensa la idiosincrasia del adolescente y, por otro, que se identifiquen algunas herramientas útiles para comunicarse y seguir educándolos en esta etapa tan trascendental para su identidad como adultos”. En las sesiones se han incluido técnicas como la simulación de situaciones a través de la técnica del juego de rol, etcétera. Algunas de las sesiones han sido sólo para los hijos, otras sólo para los padres y otras conjuntas. En total, son 23 sesiones de hora y media cada una.

La psicóloga insiste en la importancia, en esta edad, de conseguir un clima adecuado y positivo mediante la comunicación, el establecimiento de normas, el reconocimiento, la negociación, la claridad en la postura familiar respecto a los asuntos que conciernen a sus hijos y el fortalecimiento de los vínculos familiares. Para ello, en este programa se enseña, por ejemplo, a mostrar empatía con los hijos rememorando la propia adolescencia, a expresar el afecto y la crítica de forma adecuada, a controlar los impulsos para evitar los excesivos conflictos, a establecer normas de conducta claras y coherentes, a hacer cumplir las normas sociales y familiares, a utilizar métodos de disciplina positiva, aceptar las diferencias individuales de los hijos, acercarse a su realidad, aumentar su autoestima, o a detectar y prevenir problemas como el acoso escolar, la adicción a Internet o problemas de sexualidad, además, por supuesto, del uso de drogas.

“Creo, sinceramente –concluye el concejal de Bienestar Social, Juan Carlos Cortina- que es lo mejor que podemos hacer por ayudar a nuestros jóvenes y a sus padres”.

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