Los alumnos de Ecoterra preparan los ecohuertos sociales y construyen el invernadero

Ecoterra

Prensa Ayuntamiento Villaquilambre

Las ocho personas que componen el alumnado del nuevo programa de formación y empleo del gobierno popular y cívico de Villaquilambre, Ecoterra, han terminado ya la fase teórica de su formación como auxiliares de viveros, jardines y centros de jardinería. Son cuatro hombres y cuatro mujeres que realizan su formación en el Aula de la Naturaleza de Villaobispo, un paraje municipal conocido como Finca Las Baragañas, en el que han comenzado a limpiar el terreno y a construir los veinte ecohuertos sociales municipales destinados a personas en paro y jubilados. Junto a los huertos, preparan también la construcción de un gran invernadero, además de las casetas para herramientas.

En su formación teórica se ha incluido, además de la cualificación profesional propia de la especialidad, orientación profesional, sensibilización medioambiental y sensibilización en igualdad de género, entre otras materias.

El proyecto, que tiene una duración de seis meses, se lleva a cabo con la colaboración del Servicio de Empleo de Castilla y León, el Fondo Social Europeo y el Ministerio de Trabajo e Inmigración. Además del trabajo en los ecohuertos sociales, realizan trabajos de mantenimiento de las zonas verdes en el propio Aula de la Naturaleza. El concejal responsable, Manuel Mitadiel –primer teniente de alcalde y concejal de Hacienda, Promoción Económica y Medio Ambiente- se ha reunido con ellos y con la nueva concejala Ana Isabel Sánchez Valbuena, responsable del Servicios, para valorar el trabajo realizado hasta el momento. Los alumnos les han mostrado su satisfacción por la formación recibida y han reclamado mejor maquinaria de trabajo.

“Nos interesa mucho este proyecto –señala Manuel Mitadiel- porque cumple dos tareas cruciales, por un lado la de proporcionar educación social que permita la cualificación e inserción laboral de estas personas y, por otro, poner en marcha una experiencia innovadora de huertos sociales que, además de facilitar alimentación y ocio a personas en situación de desempleo, marca una línea de actuación, filosofía y respuesta a la actual crisis económica”.

Los veinte ecohuertos sociales, que se irán ampliando en función de la demanda, tienen sesenta metros cuadrados cada uno. La parcela total, de 25.000 metros cuadrados, está junto al río Torío. En ella se está construyendo una nave que, en el futuro, y según adelanta Mitadiel, se albergarán los servicios municipales de Limpieza y Jardines. Los huertos se entregarán próximamente, con suelo fértil y preparado para la siempre, así como un sistema de agua para riego, almacén y valla perimetral. Los hortelanos contarán también con ayuda técnica, talleres teóricos y prácticos sobre agricultura ecológica y gestión ambiental, medios para fabricar compost y reciclar los desechos orgánicos, semilleros, etcétera. Contarán con un sistema de organización en Concejos y Hacenderas y podrán realizar todo tipo de actividades, entre ellas dos fiestas, la de la siembra y la de la recolección.

Será, en suma, “un espacio multifuncional donde la actividad productiva, dirigida al autoconsumo, pueda coexistir con las actividades de carácter social, lúdico y educativo, que refuerce la idea de comunidad, la convivencia y solidaridad entre vecinos, la relación intergeneracional y el compromiso con la naturaleza y los problemas medioambientales ”, señala Manuel Mitadiel.

El contrato es anual y se renueva por un máximo de diez años, pasados los cuales el titular, si lo desea, puede volver a incorporarse a la lista de espera.

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