¿Qué opinan los estudiantes?

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I.R.

La propuesta del Gobierno de incrementar hasta en un 50% la matrícula universitaria a partir del curso 2012-2013 y que ahora tendrá que analizar cada administración autonómica para ver cómo se aplica en las comunidades, que son las que tienen las competencias, ha puesto en alerta a los universitarios. De cumplirse la cifra dada por el Gobierno, tendrán que pagar unos 600 euros más por matrícula, cantidad que se multiplica si se repite curso o asignatura. El rector de la ULE, José Ángel Hermida, se ha posicionado en contra de tal incremento y espera que la Consejería de Educación de Castilla y León no opte por una subida “tan brutal”. Pero, ¿qué opinan los principales afectados, los alumnos?

“No me parece bien que suban las tasas porque ya pagamos bastante”, opina Sarai, estudiante de Enfermería en la Universidad de León. “En el caso de los repetidores no lo veo mal, puede ser un incentivo, pero tampoco tanto como el incremento que proponen”, añade.

“Los precios actuales ya son caros, ¿de dónde va a sacar el dinero para estudiar la gente que no tenga muchos recursos?, pregunta Sandra, de Fabero, que estudia el grado de Maestra en Educación Infantil en la Universidad Pública de Burgos. ”No van a poder, antes se podía compaginar el estudio con el trabajo, ahora con el Plan Bolonia la asistencia a clase es obligatoria, si te cuestan más dinero las matrículas y te quitan la beca tienes que trabajar, y si trabajas y faltas a clase te suspenden“, declara. ”¿Qué es lo que quieren que hagamos los jóvenes? ¿Qué trabajemos, que estudiemos o que nos quedemos en casa hasta los 40 años para que nos mantengan nuestros padres?“.

El precio del crédito subió ya bastante con el Plan Bolonia y ahora vamos a tener que pagar matrículas de casi 2.000 euros

En la misma línea se expresa Andrea, estudiante leonesa en la Universidad de Oviedo. “Es una vergüenza que estén intentando sacar el dinero de ahí”, manifiesta. “El precio del crédito subió ya bastante con el Plan Bolonia y ahora vamos a tener que pagar matrículas de casi 2.000 euros”, comenta esta joven, que señala la “suerte” que tiene de que sus padres puedan costearle los estudios porque “trabajar con Bolonia es imposible, las clases son presenciales y hay mucha práctica, como el instituto”. Con estas nuevas medidas, Andrea cree que la gente irá menos a la universidad, pero siempre que mejore el panorama económica. “Ahora o estudias o no puedes hacer nada, aunque es posible que se empiece a optar más por módulos y FP que por la Universidad”, asegura.

En opinión de Héctor, estudiante de Biblioteconomía y Documentación en la ULE, la subida de tasas “parece una fuerte medida que puede no lograr conseguir lo que busca (que los repetidores no se perpetúen en la universidad) y si puede acarrear aspectos muy negativos para algunos estudiantes, sector de la población que no pasa por su mejor etapa”.

María, estudiante de ADE en la ULE, opina que “en parte está bastante bien” porque “mucha gente desaprovecha bastante la Universidad, hay gente que tarda en terminar la carrera porque trabaja o por lo que sea pero hay otros, que tienen incluso becas, y no hacen absolutamente nada”, asegura. El problema que ve María es que la medida terminará siendo injusta.

“Lo veo mejor para los repetidores que para los de primera matrícula. Así, la gente que quiere estudiar podría entrar y luego te obligarían a tomártelo más en serio”, sentencia.

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