Silencio y dolor en la Facultad de Educación de la ULE en homenaje a la estudiante y poeta Arancha Barrientos

Homenaje en la ULE a la estudiante y poeta Arancha Barrientos, con su madre presente.

Redacción ILEÓN

Silencio, dolor y aplausos en la entrada de la Facultad de Educación este miércoles, donde la comunidad universitaria de la ULE se ha reunido para recordar a la estudiante de segundo curso de Educación Social y poeta emergente Arancha Barrientos, que falleció de forma repentina el 5 de octubre, día de San Froilán.

Un minuto de silencio cargado de emoción con el que compañeros, profesores y amigos la han recordado y han acompañado a su madre que ha recibido así el cariño y apoyo en estos difíciles momentos.

“De personalidad alegre, pero de alma triste”, como ella misma se definía, ha recordado la decana de la Facultad, Lourdes Gutiérrez. Arancha Barrientos era “escritora desde niña y por necesidad, por necesidad de expresar sus sentimientos, sus emociones, sus vivencias y siempre como vía de escape” como en uno de sus libros que “es una rebelión para visibilizar la importancia de la salud mental” o en otro en el que “habla del salto al vacío que supone levantarse cada mañana en un mundo hostil, en un mundo que no se para a regocijarse en lo sublime de las pequeñas cosas”, dijo emocionada la decana de Educación.

El hall de la Facultad de Educación repleto en el homenaje a Arancha Barrientos.

Arancha Barrientos estaba considerada como “una de las voces más prometedoras de la poesía leonesa”. Autora de una obra poética que ya destacaba por su madurez y sensibilidad, como depuestra su poemario Una de cal y dos de arena.

En un comunicado, la Universitas Legionensis señaló que “toda la comunidad universitaria comparte el dolor que hoy sienten los compañeros de la Facultad de Educación”, y destaca que su “talento, sensibilidad y luz permanecerán siempre entre quienes la conocieron y compartieron con ella caminos y versos”.

A la joven leonesa de 25 años la han recordado dos de sus compañeras leyendo uno de sus poemas titulado Desidia:

“Yo en piloto automático, pero los demás llevan la marcha que quieran.

A mí ya no se me cala, el sentir hasta los huesos,

ni echo el freno de mano, aunque el resto pare.

Desilusión camina a inercia,

rabia hacia tristeza,

del color al luto y del dolor al pasotismo.

Por suerte, no quedará ni la sombra de lo que desgraciadamente siempre fui“. 

Caras de tristeza en el recuerdo a la estudiante de la ULE Arancha Barrientos
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