El Albéitar reabre sus puertas a los estudiantes de la Universidad de León

Las salas de estudio recién pintadas.

Antonio Vega

Los estudiantes de la Universidad de León vuelven a disponer de un lugar para estudiar en el centro de León. Desde este viernes, con una 'reinauguración' oficial, las salas de estudio de El Albéitar -conocidas como Casa del Estudiante- volverán a abrir sus puertas tras casi cuatro años cerradas.

El exrector Hermida 'desahució' a los estudiantes del edificio enseña de la Universidad de León a comienzos del curso 2012/2013 alegando un ahorro necesario en plena época de recortes en las cuentas de la institución académica leonesa, con un ERE para parte del personal temporal incluido.

El nuevo rector, Juan Francisco García Marín, cumple así de manera tangible una de sus principales promesas electorales en materia de estudiantes, recuperar estas salas de estudio junto a la modificación del calendario lectivo. De momento El Albéitar reabre con cinco salas de estudio, la primera planta, y un horario de 8 de la mañana a las once de la noche. Los detalles de la reapertura serán facilitados este viernes por la vicerrectora de Estudiantes, Ana Isabel García Pérez.

Las salas de estudio que se reabren han sido repintadas -en unos tonos un tanto hospitalarios- y se ha procedido a reparar desperfectos en baños y zonas comunes que se han detectado tras cuatro años con este ala del edificio sin uso.

El Albéitar ha sido además de lugar de estudio un punto de encuentro de los estudiantes, muchas veces para socializar y no tanto estudiar en sí mismo. En los bares de la zona se respiraba este jueves un ambiente de satisfacción por la reapertura de las salas de estudio, apuntando que su cierre en el año 2012 provocó pérdidas económicas y el cierre de algún local por culpa del decenso de afluencia al centro universitario. Esperan que con la reapertura la zona se revitalice y vuelve a recuperar un ambiente joven que insufle ánimos al barrio de San Claudio.

Las salas de estudio que se reabren han sido repintadas -en unos tonos un tanto hospitalarios- y se ha procedido a reparar desperfectos en baños y zonas comunes que se han detectado tras cuatro años con este ala del edificio sin uso.

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