Toda la Comunidad será zona de protección para la avifauna ante el riesgo de electrocución
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente propone que todo el territorio de Castilla y León tenga la consideración de zona de protección para la avifauna y para su salvaguarda contra la colisión y la electrocución en las líneas eléctricas aéreas de alta tensión, que provocan la mayor parte de la mortalidad de las especies por causas no naturales.
El departamento del consejero Juan Carlos-Suárez Quiñones actualiza así la orden de 2010 sobre las zonas de protección designadas en Castilla y León para la aplicación de medidas contra la colisión y electrocución en líneas eléctricas aéreas de alta tensión y plantea su extensión a la totalidad del territorio de Castilla y León.
La propuesta recogida en esta nueva orden, firmada por el director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, que ha estado a exposición en el Gobierno Abierto pero ya se ha cerrado, cuenta con el informe favorable de la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, formulado en enero de 2019.
La electrocución tiene un impacto notable, tanto por las especies de aves a las que afecta como por la cantidad de ejemplares, y perjudica especialmente a las especies de tamaño medio y grande que utilizan los posaderos como apoyos, por lo que la orden recoge que estos apoyos eléctricos deben estar perfectamente aislados, tanto en las áreas de cría, como en las de invernada y las de paso por Castilla y León.
En concreto, las especies más afectadas por las líneas de los tendidos eléctricos aéreos son el sisón, el águila perdicera, el milano real, el aguilucho cenizo, el alimoche, el buitre negro, el águila imperial ibérica, la cigüeña negra y el urogallo, con un número de mortalidad importante derivado de causas no naturales.
Medio Ambiente argumenta la necesidad de ampliar la zona de protección a todo el territorio de la Comunidad en la gran movilidad y baja predictibilidad de las aves, en la gran superficie ocupada por varias de las especies incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, en su amplia distribución de cría y la excepcional importancia de Castilla y León para su invernada, con dormideros repartidos en toda su superficie.
Además, estos cuarteles de invierno tienen una gran importancia para las poblaciones europeas, cuyos numerosos contingentes, tanto a su llegada a Castilla y León como en su partida, atraviesan amplias zonas de la Comunidad. Según los antecedentes de la orden, estas aves, durante su estancia, efectúan frecuentes movimientos normáticos en busca de alimento y pueden utilizar los apoyos eléctricos como posaderos.
Por último, se recuerda que los mapas de electrocución en Castilla y León se realizan a partir de las entradas en los centros de recuperación de animales silvestres de las especies catalogadas y confirman el impacto que sufren en la colisión con las líneas de alta tensión, lo que hace necesario que los apoyos eléctricos estén aislados tanto para las áreas de cría, como en las de invernada y de paso.
En Castilla y León, esta infraestructura adquiere una mayor envergadura debido al carácter de la Comunidad como netamente exportadora de energía, el mantenimiento de una población muy dispersa que requiere una red de distribución muy extensa y la orografía que dificulta el trazado en muchas zonas de montaña.