Las repoblaciones de Cabrera: del 'Fantástico Bosque' de Valdavido a las actuaciones de la Junta

Unos 170 voluntarios plantarán a mano 4.000 árboles de dos decenas de especies autóctonas diferentes, repartidos en cinco bosquetes para fomentar los sumideros de carbono y evitar la pérdida de biodiversidad. No lejos de allí, la Junta supervisa una reforestación con maquinaria pesada para después crear bosques totalmente “artificiales” y monoespecie con pinos foráneos, que “favorecen aún más la erosión del terreno y hasta la propagación de incendios forestales”.

Valdavido, el pueblo de Cabrera que hará realidad su 'Fantástico Bosque'. Fantástico Bosque

26 de marzo de 2022 11:13h

La comarca de Cabrera es una de las zonas de la provincia de León y de la Comunidad más castigada por los incendios forestales. Sus montes son pasto de las llamas verano sí y verano también y de la erosión tras quedar desnudos. Las repoblaciones, escasas y de monocultivo del pino, tardan en llegar. Por eso, la Sociedad Española de Ornitología SEO/BirdLife y la junta vecinal de Valdavido, del término municipal de Truchas, llevan años colaborando para poner soluciones con sus propios medios.

Este fin de semana, unos 170 voluntarios de toda España harán realidad el 'Fantástico Bosque' que la madrileña María Talavera, sin vínculos familiares ni emocionales con la provincia, soñó durante el estado de alarma por la pandemia de coronavirus covid-19. En total, plantarán 4.000 árboles de dos decenas de especies autóctonas diferentes, repartidos en varios rodales. Concretamente, se conformarán cinco bosquetes con mostajos, ciruelos, arraclanes, avellanos, alisos, fresnos, sauces, melojos, serbales, manzanos silvestres, cerezos, ciruelos, abedules, acebos, rebollos, rosales silvestres, tejos y arce, para que den cobijo y alimento a la fauna local.

La iniciativa altruista recaudó fondos a través de un evento online en el que participaron 70 ponentes y más de 800 personas este pasado verano. “Durante meses seguimos haciendo actividades para llegar a los 45.000 euros que se necesitaban, pero no los alcanzamos”, cuenta a este medio su organizadora. Fue entonces cuando surgió la colaboración con la fundación europea Life Terra que tiene como meta plantar 500 millones de árboles en cinco años, uno por cada persona. Gracias a eso, “será una iniciativa todavía más colaborativa, con voluntarios, y en la línea de lo que defendíamos en las jornadas: que poniendo un poco cada uno podemos hacer grandes cosas”.

Entre los voluntarios, llegados de Galicia, Valencia, Murcia, Cantabria o Barcelona, estarán cinco de los ponentes acompañados por sus parejas e hijos: Nicolás Coronado, el hijo del actor José Coronado; Victoria Moradell, profesora y creadora de cosmética natural; Gustavo Diex, investigador en estilo de vida, mindfulness y neurociencia; Ana Arrabé, mindfulness además de profesora y formadora; y Paula Álvarez, ortodoncista y odontóloga holística.

Localización de los cinco bosquetes que se plantan en Valdavido, en Cabrera.

El proyecto de restauración de la zona de alto valor ecológico será “casi una intervención quirúrgica” obra de SEO/Birdlife, con quien el municipio mantiene un acuerdo de custodia del territorio desde 2018 que ha culminado en la declaración este año de Reserva Ornitológica. El objetivo principal es fomentar los sumideros de carbono y evitar la pérdida de biodiversidad. Pero, además, conseguirá la protección del suelo; la recuperación y mejora de hábitats degradados; la promoción de una cultura corporativa de protección ambiental; la generación de empleo verde en la población local y, también, incrementar la percepción positiva hacia el patrimonio natural de los habitantes de esta comarca leonesa.

Cada elemento está pensado por y para el respeto y mejora del medio ambiente, algo que choca con las revegetaciones que están llevando a cabo las administraciones superiores. No muy lejos de donde se crearán a mano cinco bosquetes con árboles eminentemente frutales que sirvan de alimento para los animales salvajes, la Junta de Castilla y León supervisa una reforestación con maquinaria pesada que ara el monte, para después crear bosques totalmente “artificiales” y monoespecie con pinos foráneos, plantados a la misma distancia entre sí, denuncia a ILEÓN uno de los representantes de la junta vecinal de Valdavido y miembro de la asociación Cabrera Natural, Carlos Javier Durá. “Va en contra de las directivas europeas: se pierde belleza, atractivo, biodiversidad, favorece aún más la erosión del terreno y hasta la propagación de incendios forestales”, lamenta.

Todavía falta mucho para llegar a una “conciencia social” como la que se sembrará también este sábado y domingo en Valdavido, concluye satisfecho uno de los responsables del proyecto de SEO/BirdLife Ramón Martí. “Se cierra el círculo”, coinciden todos ellos, al menos uno de los que la mano del hombre dejó abiertos en Cabrera.