Denuncian la “desinformación” de Castilla y León con los datos del nuevo censo del lobo y exigen a Quiñones que dimita

Sólo en la provincia de León se cazaron 189 lobos ibéricos en los últimos ocho años, la Junta autorizó 356.

Redacción ILEÓN / ICAL

El presidente nacional del Partido Animalista (Pacma), Javier Luna, tildó hoy de “ridículas y poco creíbles” las cifras presentadas ayer por la Junta de Castilla y León sobre el supuesto incremento de la población de lobos en la Comunidad en la última década, y acusó al Ejecutivo autonómico de “manipular los datos”, por lo cual reclamó la “dimisión inmediata” del consejero de Medioambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones.

En un comunicado, desde Pacma recalcan que, según el último informe correspondiente a las temporadas 2022-2023, se estima la presencia de 193 grupos familiares de lobos frente a los 179 registrados en el censo de 2012-2013. Según la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel), esto supone un “paupérrimo” incremento anual del 0,8 por ciento en los últimos diez años, un dato que, para la agrupación contradice las declaraciones alarmistas de “crecimiento exponencial” con las que se ha intentado justificar la caza de estos animales.

ILEÓN destacaba ayer que las manadas de esta especie apenas han aumentado poco más del 3% en los doce años transcurridos desde el último censo, que data de 2012, en las cinco provincias al norte del Duero, incluyendo León, y eso a pesar de que ya no se permite la caza desde el año 2021 y la Junta lleva años alertando de una proliferación insostenible, hasta el punto de volver a manifestarse ayer que León o Zamora “están saturadas y ecológicamente no cabe una manada más”.

Luna acusa al consejero de mantener una “obsesión enfermiza por favorecer a los cazadores” mediante la promoción de matanzas de lobos. Además, le recuerda que su gestión, marcada por la autorización de la caza ilegal de 339 lobos entre 2019 y 2022, debería llevarle a presentar su “dimisión inmediata”. En concreto, en León los últimos ocho años con caza permitida de lobo, la Junta autorizó acabar con 356 lobos sólo en la geografía leonesa, y de ellos fueron abatidos 189 ejemplares, según datos oficiales de la propia Consejería

La comparación de la evolución poblacional del lobo con otras especies protegidas evidencia para Pacma la “gravedad” de la situación. Mientras que los linces ibéricos han mostrado tasas de crecimiento anual del 66% en los últimos tres años según Ascel, la población de lobos apenas ha crecido un 8% de media en toda una década. Pacma señala que estos datos desmienten las “estrategias de desinformación” y los “argumentos falaces” utilizados por la Junta para seguir beneficiando a los intereses del sector cinegético.

Para su presidente, estas cifras reafirman la “urgente necesidad” de catalogar al lobo como especie vulnerable y garantizar su protección estricta bajo la legislación nacional y europea.

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