La Confederación Miño-Sil extingue el salto de agua de Odollo cuestionado por su impacto en los canales de Las Médulas

Río Cabrera.

Redacción ILEÓN

Casi un año y medio después de otorgar a la empresa Isnor la concesión del salto de agua de Odollo con destino a la producción de energía eléctrica en este punto de la Cabrera, la Confederación Hidrográfica Miño-Sil extingue este aprovechamiento, según publica en su edición de este martes el BOE (Boletín Oficial del Estado). El proyecto, que vino entonces a añadir dosis de controversia a la megacentral hidráulica planteada por Capital Energy en la zona, ya había sido rechazado por Patrimonio de la Junta de Castilla y León en su origen, una década atrás, por afectar el entorno de los canales romanos de Las Médulas.

Ahora lo que hace el organismo de cuenca dependiente del Gobierno de la nación es publicar el expediente de extinción del aprovechamiento de agua del arroyo de la Sierra, en Odollo (Castrillo de Cabrera), una medida que toma “por incumplimiento de los plazos de la concesión”. Y somete este acuerdo a información pública durante el plazo de un mes en el que cualquier interesado que pueda resultar afectado por esta decisión (“incluido el titular del derecho”) tendrá la ocasión de dirigirse por escrito al Ayuntamiento de Castrillo de Cabrera, la Confederación Miño-Sil o al “registro de cualquier órgano administrativo”.

El 'Salto de Odollo', que aprovecharía un caudal concesional de 800 litros por segundo con destino a producción eléctrica, ya fue tumbado hace más de una década. Ecologistas en Acción alertó entonces de que su ejecución “provocará el deterioro de los canales romanos de Las Médulas en el término municipal de Castrillo de Cabrera”, amén de su impacto en caudales hídricos en los valles fluviales del río Cabrera. La Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta señaló que “las actividades derivadas de la implantación de obras, así como sus auxiliares, se considera que van a afectar negativamente al paraje”, recalcando el impacto sobre un entorno por el que discurren canales romanos vinculados con un Patrimonio de la Humanidad como la antigua mina de oro romana de Las Médulas.

Cuando la iniciativa renació de sus cenizas hace más de un año y medio, añadió otra derivada a la polémica suscitada por la megacentral hidráulica proyectada por Capital Energy, que implicaría perforar una montaña entera hasta llegar al río Cabrera y construir una presa en su cauce, a 200 metros de los canales romanos y a 20 kilómetros de Las Médulas.

Más allá del valor de Las Médulas como Patrimonio de la Humanidad, los canales romanos suponen la red hidráulica más importante del Imperio Romano, clave para llevar el agua que removió las montañas para extraer el oro y, de paso, dejar las características formas del paraje. Ahora que el objetivo pasa por lograr la catalogación de esta infraestructura como BIC (Bien de Interés Cultural), los canales parecen librarse del impacto de este salto de agua mientras uno de ellos (el CN-2) está en el ojo del huracán por la oposición levantada a su aprovechamiento como ruta turística para bicicletas entre Peñalba de Santiago y Las Médulas

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