Una pasión ecuestre
Marta lo tiene claro. Para ella, los caballos son los animales más nobles que existen. En una finca a las afueras de León, esta joven leonesa mantiene y cuida de algunos caballos PRE, Pura Raza Española.
Viven en cuadras, y Marta, junto a su familia, se encarga de que no les falte de nada.
En cuanto a los cuidados básicos de estos animales, la amazona los resume en “darles cuerda una vez al día, por lo menos, para que se muevan y hagan ejercicio, desparasitarles cada 3 ó 4 meses, y vacunarles cada año”.
Además, Marta indica que “hay que echar grasa a los cascos del caballo para que no se agrieten, cepillarles y bañarles de vez en cuando, con un champú especial para caballos”.
“Mientras se les da cuerda es aconsejable pasar del paso al trote, durante unos 20 minutos, y soltarles por el picadero para que corran”, apunta. En verano es aconsejable refrescarlos con agua, también después de montar se les deben de enfriar las patas. “Se cepillan todos los días, antes de montar, para soltarles el pelo”, comenta Marta.
En cuanto a la alimentación, los caballos comen hierba y pienso. “Como complemento, se les suele tener sal, en unas piedras muy grandes específicas para ellos, en las cuadras para que la chupen y se entretengan”. Además, deben de tener siempre agua a disposición.
Las herraduras
El buen estado de las herraduras es una de las atenciones que el jinete debe de prestar hacia su caballo. “Hay que herrarles cuando tienen los cascos largos o han perdido alguna herradura”. “El herrador se encarga de quitarles la herradura vieja, les liman y les ponen la nueva”.
Marta asegura que “lo mejor es salir al campo con ellos, son animales muy nobles”.
El caballo conoce perfectamente quien le monta, conocen a su dueño y notan si les monta alguien sin experiencia o con miedo. “Hay que ser firmes y dominarlos porque sino te manejan ellos a ti”, aconseja la experta.
