Mitad perro… mitad lobo

La Gretosa

Marta Cuervo

Activo, disciplinable, temerario, valiente y con mucho temperamento, el Perro Lobo Checoslovaco surge de un experimento militar de la antigua Checoslovaquia, hacia el año 1955, en el cual cruzaron el Pastor Alemán de trabajo con el Lobo de Carpatos para conseguir principalmente un perro más resistente, con grandes habilidades para el rastreo y fuerte carácter. “La idea era usarlos en seguridad fronteriza”, asegura Jonathan, criador de esta elegante raza canina.

Su característica más chocante es su gran semejanza con el lobo. “Son parecidos al lobo en su estructura corporal, movimiento, pelaje, color del pelo y máscara. La altura mínima a la cruz, es de 65 cm para los machos y de 60 cm para las hembras”, analiza el experto, regente de La Gretosa, en La Pola de Gordón.

“No se parecen a ningún perro; sus juegos, su expresividad, su mirada... está claro que no son canes normales. Además, tienen un gran olfato, una visión que parece increíble, el oído y una resistencia física muy superior al resto de sus congéneres. El apego a su manada, entorno familiar y hogar es típico de auténticos lobos”, apunta Alberto, propietario de Wolfdogland, en Villadangos del Páramo.

Jonathan puntualiza que no se trata de una mascota fácil. “No es un Labrador ni un Pastor Alemán. Son perros que, al venir del lobo, tienen muy presente la desconfianza y la jerarquía, por eso hay que trabajar mucho la socialización desde pequeños”.

El criador de Pola de Gordón también subraya que se trata de perros con mayor facilidad para resolver problemas por si mismos: “Te los puedes encontrar abriendo puertas, ventanas e, incluso, cerrojos con facilidad”. “También decir que son mucho mas expresivos que otras razas, exagerando mucho cada estado de ánimo, como ocurre con el lobo”.

En cuanto a las diferencias con los lobos, Alberto asegura que son más sociables. Morfológicamente: “El color del pelaje, ya que nuestro Lobo Ibérico suele ser de tonos más oscuros y con el singular signatus (línea que baja por las patas hasta la mano) que tanto le caracteriza. La cola del lobo es más corta y en movimiento sigue recta, en cambio en el Perro Lobo Checoslovaco cuando está en movimiento hace un ángulo de unos 90º en la punta. La osamenta del lobo es más pesada que la del Perro Lobo Checoslovaco. El hocico del Lobo es más fino y apretado no mostrando nada de labio”, añade Jonathan.

Cuidados básicos

Los Perro Lobo Checoslovaco necesitan los cuidados de cualquier perro, en cuanto a vacunaciones, desparasitaciones y alimentación, pero deben realizar mucho ejercicio físico. “No es un perro para personas con un tipo de vida sedentaria”, aconseja el criador de Wolfdogland. “Necesitan vivir en familia, no son solitarios y son extremadamente cariñosos con sus dueños”, añade.

Ambos criadores coinciden que el carácter de esta raza es muy desconfiado. “A su amo le muestra una fidelidad extraordinaria”, comenta Jonathan. “Con otros perros fuera de su manada tienden a ser dominantes pero no agresivos. Y tienen, por su cercanía con el lobo, un gran instinto de caza”, apunta Alberto.

Por este motivo, Jonthan recuerda que “hay que trabajarlos mucho desde cachorros. No son agresivos con las personas si el trabajo esta bien realizado”. “El lobo nunca ataca, siempre trata de escapar y permanecer desapercibido”, reafirma Alberto.

¿Qué es lo mejor de vivir y criar perros lobo?

“Que te sorprenden día a día, lo peor es que a veces te sacan de quicio”, explica Jonathan. “Poder disfrutar cada día de su cariño y de esa belleza que tienen del lobo. Es como tener lo mejor del lobo y lo mejor del perro en un solo animal”, finaliza Alberto.

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