León ante el Día Internacional de las Personas con Discapacidad
El 3 de diciembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad (IDPD), proclamado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esta jornada moviliza el apoyo hacia la inclusión de personas con discapacidad, reflexionar sobre los desafíos que enfrentan y destacar los beneficios de una sociedad inclusiva y accesible para todos.
María Lourdes Valcarce Romaní, directora de Gapsiat y pedagoga
Lourdes estudió pedagogía en la universidad Complutense de Madrid y realizó múltiples cursos, todos enfocados al trabajo con niños con necesidades educativas especiales. Ha trabajado como directora de una escuela infantil de la Junta de Castilla y León y también como educadora en un centro de protección de menores. “Pero en lo que he enfocado mi profesión es en la Atención Temprana, y llevo veinte años al frente del Gabinete Psicopedagógico y Neuroeducativo, Gapsiat”, expone. En 2004 comenzaron tres profesionales con un pequeño gabinete con la intención de ofrecer un servicio multidisciplinar que busca detectar variables que puedan afectar al desarrollo integral de los menores. “Poco a poco hemos ido conformando un equipo profesional con logopedas, psicólogos, psicopedagogos…”, enumera orgullosa.
En Gapsiat abordan diferentes tipos de discapacidades con un enfoque integral para fomentar su desarrollo e integración social y el propósito de compensar los déficits y fomentar una maduración y crecimiento adecuados. Dichos trastornos son van desde el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) a daños cerebrales, pasando por Trastornos del espectro autista (TEA), síndrome de Down, trastornos metabólicos, del desarrollo asociados con inmadurez, prematuridad, trastornos del lenguaje, problemas de conducta o de aprendizaje.
Para llegar a un diagnóstico acertado, psicólogas, psicopedagogas y logopedas realizan una evaluación exhaustiva para diseñar intervenciones personalizadas, potenciando habilidades intelectuales, emocionales, sociales y motoras. El objetivo es promover el desarrollo global y la integración social de cada niño y niña. Este tratamiento holístico busca compensar los déficits y potenciar las fortalezas, por lo que abarca varias áreas: cognitiva (razonamiento lógico, la atención, la memoria, las funciones ejecutivas, la resolución de problemas y la adquisición de conocimientos), emocional (promover una autoestima positiva y cultivar el bienestar emocional), social (interacciones, autonomía e independencia) y motora (trabajar la coordinación y la motricidad).
Buscando mejoras
“Las discapacidades no se curan, pero sí que se pueden mejorar muchísimo. La estimulación cognitiva y neurológica desde temprana edad pueden paliar en parte las consecuencias de estos trastornos. Ese es el objetivo fundamental de nuestro trabajo, y la verdad es que en la mayoría de los casos se logra, especialmente cuando se empieza a trabajar con los niños siendo muy pequeños (de ahí la denominación de atención temprana)”, explica la directora.
Pueden llegar a mejorar mucho la capacidad de atención, la memoria, las habilidades sociales, el lenguaje, las funciones ejecutivas, habilidades comunicativas, cognitivas, emocionales y motoras, así como el fortalecimiento de la autoestima y la autonomía … Marcando una gran diferencia en la calidad de vida de los niños/as y sus familias. Además, fomentan la inclusión social, preparando a los niños/as para una participación más efectiva en entornos sociales y educativos, creando oportunidades que promuevan la comprensión y aceptación. La intervención temprana y continua impacta positivamente no solo en el desarrollo, sino también en la calidad de vida general, contribuyendo a experiencias más enriquecedoras y satisfactorias para los niños/as y sus familias.
Pero nada de lo que hagan en Gapsiat puede funcionar sin un buen apoyo familiar, ya que según Lourdes es vital. “Nosotros trabajamos con ellos una o dos horas a la semana, pero en el entorno familiar están 24 horas. La estimulación y el aprendizaje en dicho entorno es fundamental para el desarrollo, por eso trabajamos mano a mano con las familias aportándoles herramientas y estrategias que den continuidad a nuestra tarea”, puntualiza. El trabajo que realizan las familias hace que el progreso y mejora de los niños/as sea más notable.
Lucía Martínez Prieto, psicóloga sanitaria
Su carrera profesional comenzó con prácticas en el Hospital de León, después terminar el Grado de Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca y el Máster en Psicología General Sanitaria en la Universidad Católica San Antonio de Murcia, y desde entonces, ha trabajado con niños y niñas enfrentando desafíos en su desarrollo. Como fue el caso del proyecto ‘Pequeactiv@s’, promovido por el ayuntamiento de San Andrés, con el objetivo establecer un espacio integrador para niños y niñas que enfrentaban desafíos a nivel personal, familiar y/o social. Después formó parte del equipo de profesionales de Gapsiat. En la actualidad, ha iniciado una nueva etapa profesional en el Centro Iceberg, donde brindamos atención psicológica.
La discapacidad, a veces, va ligada a problemas de salud mental, tanto para la persona como para sus familiares, como:
- Ansiedad y estrés: la presión asociada con las dificultades relacionadas con la discapacidad, la incertidumbre sobre el futuro y las demandas constantes del cuidado pueden contribuir al desarrollo de ansiedad y estrés en los individuos afectados y en sus cuidadores.
- Depresión: la carga emocional de enfrentar desafíos diarios, la percepción de limitaciones y las preocupaciones sobre la adaptación social pueden ser factores desencadenantes de la depresión tanto en el sujeto con discapacidad como en sus seres queridos.
- Aislamiento social: las dificultades para la integración social y la percepción de la sociedad pueden generar sentimientos de aislamiento. Este aislamiento social, tanto para la persona con discapacidad como para sus familias, puede contribuir a problemas de salud mental.
- Fatiga y agotamiento: el cuidado continuo y las demandas físicas y emocionales asociadas con el apoyo a una persona con discapacidad pueden llevar a la fatiga y al agotamiento, afectando la salud mental de los cuidadores.
- Estigma y discriminación: enfrentarse a esto puede tener un impacto significativo en la salud mental, generando sentimientos de inferioridad y contribuyendo a la aparición de problemas emocionales.
“Es fundamental abordar la salud mental de manera general en el contexto de las discapacidades, asegurando no sólo el bienestar físico, sino también el emocional”, puntualiza la profesional.
Soltra
En Soltra, un Grupo empresarial sin ánimo de lucro, que se dedican a la inserción laboral de personas con discapacidad a través de diversas empresas especializadas en actividades industriales y servicios. “Ofrecemos soluciones eficaces manteniendo la calidad y competitividad, y tenemos presencia en España, México y Dinamarca. Nuestras actividades varían por país, incluyendo sectores como automoción, lavandería industrial, jardinería, limpieza, montajes industriales, marketing directo, vending, hostelería, catering y supermercado”, concreta David Sordo García, director de Calidad y M.A. Soltra.
Los beneficios de trabajar con Soltra incluyen su compromiso con el cambio social y la promoción de la inclusión de personas con capacidades diferentes. “Mirando al futuro, nuestras perspectivas son positivas y nos enfrentamos a nuevos retos con un futuro prometedor”, asegura
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad es una oportunidad para reflexionar y actuar hacia un futuro más inclusivo y accesible para todos los leoneses y leonesas.
