Los astronautas leoneses Sara García Alonso y Pablo Álvarez, Leoneses del Año 2022

Los astronautas Pablo Álvarez Fernández y Sara García Alonso.

Redacción ILEÓN

El ingeniero Pablo Álvarez y la biotecnóloga Sara García, ambos leoneses y egresados de la Universidad de León, han sido reconocidos como 'Leoneses del Año' 2022.

Un galadrón que concede Radio León desde hace 50 años y que este 2022, por primera vez en su historia, se ha concedido a dos personas a la vez, en una casi cantada candidatura conjunta que el jurado no ha tenido más remedio que destacar por encima del resto que se han presentado.

“El pasado mes de noviembre hicieron historia al ser elegidos como integrantes del programa espacial Europeo de cara a próximas misiones. Pablo como parte del equipo titular y Sara del de suplentes. Lo hicieron tras pasar un durísimo proceso selectivo en el que participaron 22.000 personas de toda Europa y tras el que solo 22 resultaron elegidos” explican en la web de Radio León.

Los dos jovenes leoneses, que tanto alabaron la Educación Pública, Pablo Álvarez y Sara García Alonso suceden en el palmarés a Miguel Ángel Turrado, responsable de la implantación de HP en León, y 'Leonés del Año' 2021.

El jurado del Leonés del Año, según informa de ello Radio León está formado por premiados de años anteriores, entre ellos, personajes destacados de la Cultura como Luis Mateo Diez o José María Merino; de la Ciencia, como Amable Liñán o César Dopazo; la politica, como Jose Luis Rodriguez Zapatero o Fernando Suárez; la Música, como Margarita Moráis o la sociedad, como los misioneros Obdulina Fernández o Nicolás Castellanos.

Sara García Álvarez, una científica en la reserva

Es la primera mujer española candidata a astronauta, aunque no se incorporará inmediatamente podría participar en misiones en un futuro. Forma parte de la nómina de 17 cosmonautas (5 titulares y 12 suplentes), de la Agencia Espacial Europea (ESA), que recibió propuestas de 25 países europeos. No ha tenido prácticamente ningún contacto con el sector espacial, pero la ESA no impone este factor como requisito indispensable, sino que busca perfiles relacionados con distintos campos de la ciencia.

Estudió el Grado y el Máster de Biotecnología en la Universidad de León y dice que le cambió la vida. En 2018, se doctoró cum laude en biología molecular del cáncer y fue premio extraordinario de fin de carrera. A lo largo de su trayectoria académica, ganó también varios premios a la excelencia, tanto en la Universidad de León como en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca. Durante su tiempo como candidata a doctora, trabajó como asistente de investigación universitaria para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), realizando trabajos sobre medicina del cáncer.

Desde 2019, trabaja como investigadora posdoctoral en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en el laboratorio del bioquímico español Mariano Barbacid, donde lidera un proyecto de oncología experimental relacionado con la medicina de precisión, orientado al descubrimiento de nuevos fármacos. De hecho, uno de sus trabajos más recientes, publicado en la revista Molecular Cell, ha desvelado la estructura de la proteína RAF1, un paso clave para crear terapias contra el cáncer de pulmón y de páncreas. Aseguran que es un placer y un privilegio trabajar con ella.

Superó las seis fases para ser elegida “candidata a astronauta”. La primera fue el screening inicial, 23.000 personas a las que se evaluó el currículo, se planteó un cuestionario, y se demandó el certificado médico de aptitud. Siguió la calificada por todos, como la más dura, los tests psicométricos, con pruebas de capacidad intelectual, que duraron 11 horas. También fueron analizadas sus capacidades psicológicas. Debió someterse, asimismo, pruebas médicas. La quinta fase, panel de entrevistas, asegura Sara que “fue tremendamente duro porque allí intentaban apretar las tuercas y ver si aguantábamos el tipo”. Y la última fase fue la entrevista con el director general de la ESA. Un proceso de 18 meses. Es astronauta en reserva, lo que no quiere decir que no vaya a subir al Espacio sino que todavía no tiene asignada misión, pero su perfil de biotecnóloga y científica le ofrecen muchas posibilidades de participar en una de ellas como oficial científico o médico. La NASA y la ESA están trabajando en una estación espacial intermedia para llegar a la Luna y en los próximos años se necesitarán muchos astronautas para cumplir los objetivos de que una mujer pise el satélite de la Tierra.

Pablo Álvarez Fernández, el ingeniero aeroespacial que subirá al Espacio

Es la tercera persona nacida en España que viajará al espacio, ya que ha sido elegido como astronauta oficial de la Agencia Espacial Europea. Destacó entre 22.523 candidaturas que recibió la Agencia Espacial Europea (ESA), y con Sara García Alonso, son los únicos españoles elegidos para convertirse en astronautas de su nueva promoción. Según el director general de la ESA, Josef Aschbacher, hay que ser gente muy especial para alcanzar este puesto. Ahora Pablo ha logrado un hito en España y, tras 30 años sin ningún representante español, formará parte del equipo de astronautas de la ESA que podría viajar en el futuro a la Luna o a Marte.

Estudió el Grado de Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de León. A los 22 años se fue a cursar un Máster en Ingeniería Aeroespacial a la Universidad Politécnica de Varsovia (Polonia), un paso que marcó su carrera para siempre. Trabajó en varios programas de aeronaves de Safran y Airbus en esta última en la sede de Getafe (España), y también en las de Francia o Reino Unido. Ha trabajado como arquitecto mecánico del rover de la misión ExoMars, un proyecto de astrobiología destinado a búsqueda de vida en Marte. En 2020 se incorporó como jefe de Proyecto de aviones comerciales en Airbus.

Habla con fluidez inglés, francés y polaco. En abril comenzará su entrenamiento para viajar al espacio. Le espera un año intenso para adiestrarse en el ayuno extremo, el frío, la humedad y el soporte de los pesados trajes de astronauta. “Mínimo, antes de volar son tres años, y eso si tengo suerte”, explicó el propio Álvarez en sus primeras palabras tras hacerse pública su elección. “Es una carrera de fondo y las misiones son muy pocas”, advirtió como buen conocedor del panorama aeroespacial, así que no queda otra que “estar preparados para coger la oportunidad en cuanto surja”. A la capacidad científica y técnica, demostrada ya dentro del ámbito espacial, se le une la preparación física y la capacidad de comunicar que Pablo ya ha comenzado a demostrar, y que la agencia espacial valora también.

Lo que vemos hoy en el espacio lo vamos a ver mañana en el día a día, lo dice Pablo Álvarez Fernández, con una experiencia internacional considerable y al que le apasionan todas las áreas de la exploración espacial.

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