La inteligencia artificial que mejor escribe en español es de la Universidad de Salamanca
La inteligencia artificial ha entrado de lleno en nuestras vidas. Un término que suena a futuro pero que forma parte de nuestro día a día. Porque es más sencillo preguntar a Siri el tiempo que hace en vez de asomarse a una ventana, o pedir a Alexa que reproduzca tu canción favorita. Son muchas las aplicaciones que crean retratos a partir de una descripción, y otras tantas las que han llegado para facilitar el día a día de las empresas y sus empleados en diferentes ámbitos.
Es el caso de redacta.me, una inteligencia artificial (IA) destinada a escribir textos y orientada a profesionales en los que la redacción forma parte de sus tareas diarias, como community managers, copywriters y otros trabajadores del marketing digital. De la mano del emprendedor y profesor de la Universidad de Salamanca, Jesús Rivas, nace en la capital charra esta plataforma que ha absorbido más de 175 billones de parámetros obtenidos de toda la información que existía en internet hasta junio de 2021 y que ha sido entrenada específicamente para crear textos originales en español.
Textos exclusivamente en español
“Hemos sido la primera empresa que ha entrenado a la IA para que escriba textos exclusivamente en español”, explica Jesús Rivas a la Agencia ICAL. Con ello, detalla que el proceso se diferencia del resto de aplicaciones en que no necesita un traductor para elaborar un texto escrito en castellano, trabajando así la “parte compleja” para solventar que todos los datos originales están en inglés.
La idea de llevar a cabo redacta.me surgió cuando este emprendedor, dedicado al marketing digital, vio que había muchas personas como él que eran “perezosas para escribir”, y que crear textos era algo fundamental para poder hacerse visible en la red. Con el objetivo de “facilitar la vida a la gente”, a mediados de 2019 comenzaron a investigar en la parte de procesamiento y lenguaje natural de esta tecnología, para poder encontrar las formas para crear texto a partir del sistema GPT3.
Ahora, la herramienta trabaja como “asistente de escritura” a través de 26 plantillas que se adaptan a las necesidades del usuario: escribir un artículo, preparar una entrevista, redactar un texto para una publicación en redes sociales… “Nuestras estimaciones dicen que un post de 1.000 palabras puede llevar una hora y media, y de este modo lo puedes escribir en 20 minutos”, puntualiza Rivas.
La importancia de contrastar
Lanzar una pregunta y obtener respuestas originales. Aunque parezca que la herramienta puede dar la solución a trabajos y encargos, su creador insiste en la importancia de contrastar. “La herramienta no es un buscador, sino que a partir de un contexto te da un texto creado, pero puede tener errores en el sentido de la veracidad de la información”, reconoce. Con ello, aclara que hay datos que Google puede ofrecer al usuario que tampoco son reales, por lo que siempre debe tener presente el cotejar.
“Hay mucha gente que en la herramienta pregunta cosas genéricas. Hay que diferenciar que no es un buscador, es una herramienta que a partir de un contexto te va a aportar un resultado”, matiza en base a los datos extraídos de ella. Así, cuanto más se aclare lo que busca el usuario, redacta.me aportará un texto único más conciso.
Por otro lado, Rivas también aclara que con la llegada de este tipo de aplicaciones no está en peligro la figura de los profesionales que se dedican a escribir. “La palabra clave es la profesionalidad, y pasa por editar el texto, darle tu estilo”, matiza. Asimismo, considera que a las personas que están menos formadas en este ámbito pueden utilizarla como un apoyo. “Lo que puede es ayudarnos a darnos cuenta de la importancia que tiene escribir cuando se ha pedido mucho”, incide.
“Saber escribir es bueno en cualquier ámbito. Que una persona vea un texto que está bien escrito y que a partir de ahí genere una opinión es un avance”, afirma en relación a esta IA que “es el presente, no es el futuro”. “Y lo que hay que ver en esto es una herramienta que viene a mejorar, en general, la productividad de las personas”, señala.
Con todo, Jesús Rivas, quien ya cuenta con un equipo de cuatro personas, sitúa el desarrollo de su trabajo desde la capital charra. “La empresa está en Salamanca y se va a quedar en Salamanca. Estamos en un proceso de ronda que vamos a empezar ahora en enero, y la idea es captar fondos para crear equipo, crear la empresa y poner en marcha la máquina de ventas. Queremos mantenerlos para generar riqueza en Salamanca”, explica de cara al futuro.
Por el momento, este emprendedor, que apuesta por simplificar el trabajo sin olvidar la importancia del profesional, reconoce que cada vez es más complicado identificar si un texto lo ha escrito un humano o un robot. Además, confirma que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse en muchos ámbitos. Ámbitos como el de crear palabras. Palabras, que pueden haber dado forma a este artículo. O no.