Santiago Millas inaugura la nueva Plaza de los Bolos, un espacio sin sombras ni bancos que costó 150.000 euros
El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, asistió este sábado a la localidad leonesa de Santiago Millas, un núcleo protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1999 en la categoría de Conjunto Histórico, para inaugurar la remodelación de la Plaza de los Bolos.
El nuevo aspecto de la misma, con un adoquinado completo y sin un sólo árbol ni tipo de sombra alguna, así como tampoco mobiliario como bancos para sentarse, fue aplaudido por el consejero, quien habló de un resultado “francamente bueno” gracias al “esfuerzo municipal”, ya que fue el Consistorio quien sufragó los 150.000 euros necesarios para la intervención en esta “gran e histórica plaza”.
Suárez-Quiónes aprovechó para defender que la “misión fundamental” de la Junta es “mantener el medio rural” y se refirió a Santiago Millas, en el corazón de la tradicional comarca de Maragatería, como “el modelo de núcleo de población por el que hay que luchar”, al tratarse de “un pueblo pequeño pero que tiene un alcalde y un equipo de Gobierno que se preocupa día a día de las necesidades del municipio”. Por ello, parte del trabajo del Ejecutivo para por “escuchar a los alcaldes y tratar de acompañarles en aquellos proyectos en los que necesitan la intervención de la Junta”, si bien esta obra no ha recibido ninguna inversión de la Junta.
Lo que sí recordó el consejero fue la competencia de “garantizar los mejores servicios públicos”, como la sanidad, la atención a mayores, la educación o las infraestructuras, recordando que la carretera principal del municipio fue arreglada hace años por la Junta y “se encuentra en perfecto estado”. Asimismo, afirmó que la Consejería “se preocupa por la depuración o la vivienda”.
Y pisando la nueva plaza, aplaudió que Santiago Millas es “una localidad magníficamente conservada desde el punto de vista de la arquitectura tradicional maragata”, que alberga un Museo Etnográfico y “una estética que es para visitar”, además del tradicional cocido maragato, “que siempre es un buen motivo para acudir a la Maragatería”.
El alcalde de Santiago Millas, Gumersindo Castro, concretó los 150.000 euros íntegramente municipales gastados en “la plaza emblemática del pueblo” y a la que “todo el mundo recurre comer cocido maragato”. Por ello, quiso ver en el centro de la plaza (donde hay una alcantarilla) la representación de “la rueda de los antiguos arrieros maragatos que andaban por el mundo” en “un símbolo que debe estar ahí”.
La Plaza de los Bolos debe su nombre a que en ella tradicionalmente se jugó a los bolos maragatos, aunque a día de hoy el único vestigio que se conserva de esta actividad es la piedra sobre la que se colocaban los bolos para jugar, pero que se sitúa fuera del ámbito de actuación del proyecto ejecutado.
Las obras consistieron en la demolición de los pavimentos existentes de calzadas y aceras y cajeado para nuevos pavimentos. La plaza se estructura mediante una malla ortogonal, buscando una sección de coexistencia sin resaltes, realizada con pavimento de adoquines, losetas, bordillos y vados de granito y hormigón teñido en tonos tierra.
Con la finalidad de organizar el tráfico rodado, en el cuadrante central se ejecutó una rotonda pisable, ligeramente peraltada. También se procedió a la construcción de muro de gran espesor de mampostería de piedra maragata, que separa la carretera de Sanabria de la zona peatonal y que se complementa con una jardinera superior y un rótulo de letras corpóreas de acero corten con el nombre de la localidad.
Dinero para el puente del hierro de Morales de Arcediano
Dadas las grandes dimensiones de la plaza, la pretensión municipal es continuar en años sucesivos con el sector meridional y será el momento de recuperar y poner en valor el elemento singular de la piedra de los bolos, actualmente en desuso. En este contexto, el Ayuntamiento de Santiago Millas trabaja en recuperar y recrear con esta y otras actuaciones la vida de los arrieros y sus carros, que tuvieron gran importancia para la vida económica y social de la comarca maragata, dijo Castro.
Por su parte, Suárez-Quiñones comprometió inversión de la Junta de Castilla y León para la restauración del puente del hierro de Morales de Arcediano, “un patrimonio histórico que hay que conservar”, para lo que el Consistorio ha elaborado un proyecto que se encuentra “prácticamente terminado” y que requerirá de una inversión de 100.000 euros.
