La Junta recupera el pozo de hielo de Sorriba del Esla
El director general de Patrimonio Cultural, Juan Carlos Prieto ha presentado en Sorriba del Esla junto al alcalde de Cistierna, Luis Mariano Santos, la restauración y señalización acometida en el Pozo del Hielo ubicado en la citada localidad.
La construcción de este tipo de neveros artificiales es conocida desde los romanos (200 antes de Cristo), pero su gran desarrollo tuvo lugar entre los siglos XVI y XIX y su uso se extendió hasta el siglo XX debido a la invención de los frigoríficos domésticos, que los hizo inútiles.
El almacenamiento de hielo comenzaba en la época de primavera después de las últimas nevadas. Cortaban la nieve con palas y la llevaban a los pozos donde era prensada, formando capas para convertirla en hielo, con el fin de conservarlo más tiempo y disminuir el volumen ocupado. Finalmente, se cubría con tierra, hojas, ramas o capas para favorecer su conservación. Durante la época de verano, los bloques se cortaban y eran transportados a lomos de animales de tiro durante la noche, hasta los núcleos de población donde eran comercializados con varios fines: médicos, culinarios, lúdicos. Los lugareños afirman que la construcción data de 1714 y que es posible que el material utilizado para su ejecución perteneciese a una construcción antigua.
El objeto de los trabajos, que ha contado con un presupuesto de 28.679 euros, ha sido limpiar, recuperar, señalar y restaurar el Pozo de Hielo. Además, se ha adecuado el acceso a la ubicación en la que se encuentra el mismo, señalando el trayecto desde la población y colocando un cartel informativo. El Ayuntamiento de Cistierna ha colaborado en la actuación facilitando la maquinaria que permita realizar caminos de acceso hasta el Pozo de Hielo para posibilitar la ejecución de la obra.
Artesonado en Santa Colomba de la Vega
El alto cargo de la Consejería de Cultura también presentó, junto al alcalde de Soto de la Vega, Maximino Pérez, la rehabilitación de la cubierta y desinsectación de la madera del artesonado en la iglesia de Santa Colomba de la Vega.
El edificio, declarado Monumento Nacional desde 1943, posee un artesonado de estilo mudéjar que cubre la nave única y la capilla mayor, el cual data de finales del siglo XIV o principios del siglo XV. Se caracteriza por su decoración geométrica formada por ruedas de lazo y pinturas llamativas.
El templo presentaba una serie de deficiencias en la cubierta como la presencia de vegetación o tejas desplazadas, que podían ocasionar otros desperfectos. Por ello se han realizado tareas de reparación para recuperar el estado original y funcional de la cubierta de la iglesia y poner en valor este edificio.
Además, se detectó la presencia de xilófagos en el artesonado, por lo que se ha procedido a realizar un tratamiento de desinsectación de la madera que forma parte del artesonado. También se ha acometido la total limpieza de forma previa a la pulverización, de la parte superior del artesonado. Todo ello ha tenido un coste de 51.539 euros.