La Guardia Civil atribuye a un 'despiste' los restos humanos aparecidos en El Burgo Ranero

El féretro ha estado a la intermperie y al acceso de cualquier persona durante varias jornadas, desde que se localizó.

La Guardia Civil de León considera cerrada definitivamente la investigación que se abrió a propósito de la aparición de un ataúd con restos humanos en la localidad leonesa El Burgo Ranero este mes de enero, después de que el cadáver permaneciera hasta cuatro días a la intemperie aún después de haber sido localizado.

Finalmente, tal y como se sospechaba a priori, los restos humanos pertenecen a una anciana natural de Palencia que había fallecido en el año 1995 (hace 22 años) en el Hospital San Juan de Dios de la capital leonesa, y que había sido enterrada en esa fecha en el camposanto de esa localidad, tal y como adelantó ayer Radio León.

La investigación llevada a cabo por la Guardia Civil demuestra que en septiembre de 2016 los restos de la mujer nonagenariahabían sido exhumados de su enterramiento original para llevar a cabo en el mismo nicho otro enterramiento familiar.

La investigación ha puesto al descubierto al autor de tan siniestra maniobra: el albañil encargado de la tarea de exhumación que, según declaró ante la Guardia Civil, no se percató por despiste de que todavía quedaban dentro algunos huesos correspondientes a la parte inferior del cuerpo.

Debido a las condiciones meteorológicas el albañil no incineró el féretro, algo que es habitual realizar, motivo por el que fue hallado semanas después por un agricultor del pueblo, tras lo que se informó al Intituto Armado pero que no terminó de levantarse lo que quedaba del cadáver hasta que no saltó la polémica a los medios de comunicación por la tardanza en realizar el levantamiento judicial del mismo.

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