Cuando la escuela rural de los pueblos de León reparte las miserias que deja la despoblación

El 'cole' de Acebes del Páramo, con su antiguo parque infantil, ya cerrado por falta de niños.

Carlos J. Domínguez

Es el síntoma definitivo del declive: cuando ya no hay niños en edad escolar en los pueblos de León. Un mal endémico de la provincia leonesa que simboliza como pocos el triste fenómeno de la despoblación cabalgante. Las viejas escuelas, donde estudiaron los que hoy aguantan como pueden los últimos habitantes, los más ancianos, cierran sus puertas inexorablemente. Y el pueblo dice adiós así, con silencio de risas y juegos, a un pasado que difícilmente volverá.

El drama de la escuela rural ha de ser, entonces, cogido por los cuernos por la administración como se puede. Un ejemplo en la comarca del Páramo, a pesar de no ser precisamente la de rentas más bajas de la provincia, antes al contrario, sirve de muestra de cómo las localidades rurales han de repartirse las miserias que deja la despoblación.

La noticia aparecía con la frialdad del Boletín Oficial de Castilla y Leon (BOCyL) el pasado 11 de abril. Una orden de la Consejería de Educación forzaba al cambio de la ubicación de la cabecera del Colegio Rural Agrupado (CRA) del municipio de Bustillo del Páramo. Se trata de una decisión de mero carácter administrativo. Una cabecera que Bustillo pierde para, como se teme su alcalde, el veterano Faustino Sutil Honrado (PP), no regresar jamás. Y alguien ha de quedarse con esa cabecera, con la centralidad de la escuela, con el punto donde los profesores ejerzan su labor. Esa cabecera pasa ahora, en virtud de la misma orden, al vecino municipio de Urdiales del Páramo, que rige la alcaldesa Goya Manjón (PSOE).

En la práctica administrativa, no se trata de un gran cambio, apenas modificar la dirección del cole. Los pueblos que seguirán dependiente del CRA serán los mismos: Acebes del Páramo, Antonañes del Páramo, Grisuela del Páramo, Mansilla del Páramo, La Mata del Páramo, Matalobos del Páramo, La Milla del Páramo, San Pedro Bercianos y Urdiales.

Entre todas estas localidades, en la actualidad suman una aula de Educación Infantil y dos de Primaria.

Del municipio de Bustillo, el “drama”, como lo tilda el alcalde Sutil, es que ya sólo quedan dos pequeños en Acebes, por lo que la escuela cerró este año. Hace dos cursos eran seis los críos, uno de Infantil, con cinco años, y cuatro de Primaria. Pero los tres mayores ya cumplieron la edad y han de irse al Instituto.

Y en La Milla apenas quedan cuatro ahora, aunque eran nueve hace dos cursos, por lo que en breve también se clausurará para uso educativo el edificio que siempre albergó la enseñanza para los vecinos de esta localidad.

La Junta de Castilla y León ya hace años que rebajó la ratio de alumnos que admite para mantener un centro abierto en un pueblo, cifra fijada actualmente en tres, porque si no tendría que atrancar colegios a mansalva en toda una Comunidad afectada por idéntico problema de la falta de natalidad y asentamiento de familias jóvenes.

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