Condenado el 112 de Castilla y León por la muerte de un montañero evacuado a Asturias
Una cadena de errores en la coordinación de su rescate acabó con la muerte de un montañero en el Hospital de Arriondas el día 11 de enero de 2009. A esa conclusión han llegado los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que acaban de hacer pública una sentencia, en la que condenan al Servicio de Emergencias 112 de la comunidad vecina por las decisiones tomadas aquel día desde que recibió el aviso de que un alud de nieve había sepultado a varias personas en Maraña, en la vertiente sur de la Cordillera Cantánbrica.
El fallo impone a la Administración castellanoleonesa el pago de una indemnización de 81.000 euros a los familiares de Manuel Ángel Méndez Janillo, que tenía 30 años. El deportista pasó más de dos horas sepultado antes de ser localizado, desenterrado y reanimado por un equipo del 112 asturiano que lo evacuó al centro hospitalario del Oriente. Sin embargo, no pudo superar la hipotermia severa y las consecuencias de la falta de oxígeno y falleció aquella misma tarde, apenas dos horas después de su ingreso.
Los jueces consideran que la operación de rescate podría haberse organizado de otra forma y haberse llevado a cabo con una rapidez y una eficacia que habrían aumentado significativamente las posibilidades de supervivencia de la víctima. El centro de coordinación de emergencias de Castilla y León recibió el aviso de que se había producido un alud en Maraña y había víctimas enterradas a las 13.20 horas.
Los jueces consideran que reaccionó con lentitud y no manejó de forma adecuada los medios a su disposición. El 112 desestimó enviar a la zona del accidente al Grupo de Montaña de la Guardia Civil con base en Sabero, muy cerca de la avalancha, y prefirió enviar a sus agentes a otra incidencia más leve, sin personas que rescatar bajo la nieve. Tampoco solicitó en primera instancias la colaboración del helicóptero asturiano, sino que intentó movilizar a otro con base en Valladolid que no solo estaba más lejos del lugar del rescate, sino que necesitaba media hora para volver a su base después de otra salida y repostar.
Demora de 40 minutos
Solo 40 minutos después del aviso, a las 14.01 horas, confirmó a Asturias el 112 vecino que su ayuda iba a ser necesaria. El equipo asturiano consiguió localizar al montañero a las 15.12 y un cuarto de hora después confirmó que lo había rescatado y que su médico estaba intentando reanimarlo para que superara una parada cardiorrespiratoria. El joven llegó vivo a Arriondas, pero la gravedad de su estado impidió salvarle la vida.
Su autopsia, realizada también en Asturias por el Instituto de Medicina Legal del Principado, confirmó que había sobrevivido hasta su desenterramiento gracias a la existencia de una bolsa de aire entre la nieve que lo aplastaba pero que en ella no había suficiente oxígeno para su organismo.
La zona donde ocurrió el accidente, muy frecuentada por los aficionados a la montaña, aumentó su leyenda negra el pasado verano. Con otro tiempo y en otra estación, tres agentes de la Guardia Civil murieron en ella el 24 de agosto al estrellarse su helicóptero cuando intentaban rescatar a un participante en una carrera de fondo que se había fracturado un tobillo.
