La agricultura de secano de León cierra el año 2023 con un resultado negativo por la sequía

El presidente de Asaja León, Arsenio García Vidal, y el secretario general, José Antonio Turrado (I) presentan el balance agrícola anual.

Redacción ILEÓN / Agencia EFE

Asaja comparte, como cada año, su informe anual sobre la situación agrícola en la provincia de León, que este 2023 se vuelve a caracterizar por los malos resultados de la agricultura de secano provocados por la sequía. Es es segundo año consecutivo en el que los cultivos leoneses sufren las consecuencias de la climatología y el sindicato afirma que este año los resultados son incluso peores que los de 2022.

De hecho, Asaja afirma que el sector agroganadero de la provincia de León facturó en 2023 un total de 815 millones de euros, con una caída del 2,9% respecto el año anterior, lo que representa 29.979 euros por Unidad de Trabajo Agrario

Según los datos del sindicato, la agricultura de regadío ha tenido unos resultados normales gracias al agua de los pantanos, que han permitido una campaña de riego sin imprevistos. A pesar de todo, el secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, ha calificado el cultivo de maíz como “la gran espina del año”, que es el mayor representante del cultivo de regadío en la provincia y que no ha aportado beneficios suficientes debido a los precios y la disminución de la superficie a cultivar que ha sufrido un descenso del 7,78% respecto al año 2022.

A pesar de todo, León se mantiene un año más como la principal provincia productora de maíz de España, incluso en lo que Asaja califica como uno de los peores años para el maíz. Asaja critica la reforma de la PAC debido a los efectos que puede tener su aplicación en la reducción de la superficie de siembra de maíz con la obligación de dejar terrenos en barbecho y de incorporar otros cultivos “menos productivos”, como el girasol.

Del mismo modo, el sindicato destaca el incremento en la superficie de remolacha que convierte a la provincia en la principal productora de España con 7.127 hectáreas de cultivo, un 85,6% más que el año 2022. Se estima una producción de 641.430 toneladas, aunque Asaja ya avisa de que la cifra de la Comisión Provincial de Estadística puede ser “demasiado optimista”.

Otro de los cultivos reseñables en la provincia fue el del lúpulo, con 551 hectáreas y una producción total de 716 toneladas, un 22,7% inferior a 2022, que también fue un año escaso en rendimientos.

Ganadería y jóvenes

Por lo que se refiere a la ganadería, Turrado ha valorado que el 2023 ha sido un año normal, en le que destaca el alza de los precios de la leche, que ya se inició en los últimos meses de 2022, y que fue más señalada en el sector del ovino. “Unido a una moderación de los costes de los piensos ha conllevado una significativa mejoría en las rentas de los profesionales”, ha remarcado.

La ganadería extensiva ha vivido un año marcado por las enfermedades como la tuberculosis bovina y la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, aunque afirma que no ha habido episodios lo suficientemente reseñables este año en la provincia de León.

La ganadería intensiva sigue liderada por granjas de engorde porcinas y avícolas, aunque Turrado reconoce que hay un decrecimiento debido a la gran inversión que tienen que hacer los empresarios y que hace difícil que los jóvenes se sumen.

De hecho, respecto a los jóvenes ganaderos, Asaja avanza que en la provincia se han presentado 150 jóvenes para llevar nuevas explotaciones agrarias; una cifra que se queda grande para Turrado: “Siempre hemos dicho que si se incorporan 80 o 100 ganaderos nuevos cada año y lo hacen de verdad, nos parece suficiente. No hay sitio para más, no hay capacidad para incorporar más jóvenes”.

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