El sol sigue brillando en la Tierra de Lincoln

Portadas de algunos periódicos americanos al día siguiente de la elección.

María García

“Sorpresa”, “contra todo pronóstico” o “la mayor derrota inesperada” han sido las expresiones más utilizadas en las emisoras y periódicos locales de Peoria para referirse a los resultados de la jornada electoral.

La que fuera conocida como 'Capital Mundial del Whisky´, Peoria, se asienta a orillas del río Illinois, en el estado del mismo nombre. El distrito, demarcación similar a nuestro municipio, cuenta, según el último censo disponible, con 187.187 habitantes. Un volumen de población muy similar al de León y su Alfoz, con casi 200.000 habitantes, aunque la ciudad es mucho más extensa en cuanto al territorio que ocupa.

Illinois, tradicionalmente bastión del partido Demócrata, también esta vez ha seguido enarbolando el color azul en las urnas con un 55,4% de votos a favor de Hillary Clinton y un 39,4% para Trump. Como en la mayoría de la ciudades de la Tierra de Linconl ( Illinois recibe ese apodo por la vinculación del decimosexto presidente de los EEUU y primer republicano, Abraham Lincoln, con este estado) en Peoria el porcentaje de votos conseguidos por la candidata demócrata también tiñó de azul los resultados (37,43% frente al 35,29%).

En general la gente del Medio Oeste es muy afable y respetuosa; quizás por ese carácter amable al día siguiente de la jornada electoral todo parecía seguir su curso, a pesar del profundo malestar que en gran parte del país ha provocado la inesperada victoria del controvertido candidato republicano. Y es que, incluso en una democracia avanzada como la de Estados Unidos, ha triunfado finalmente el partidismo sin prestar atención al candidato.

Desde el City Council de Peoria (el equivalente a nuestros ayuntamientos), Jill Peterson, responsable de las relaciones públicas de la institución, se mostraba tranquila respecto a los resultados al considerar que no iban a afectar al gobierno local.

Otros ciudadanos, en cambio, encaran el futuro con desconfianza por los antecedentes de Trump. Danette Klein y Charles Anderson trabajan para una o.n.g. (Habitat for Humanity) cuya finalidad es recaudar dinero a través de la venta de objetos y muebles donados por particulares o empresas para poder construir viviendas destinadas a familias sin recursos. Su postura en el día de resaca postelectoral era de hastío provocado por una enconada campaña política así como de indignación por los resultados de unas elecciones ganadas por alguien a quien consideran un ladrón del Estado que no paga sus impuestos.

Chuck Bickelhaupt, un jubilado de la legendaria empresa de maquinaria pesada Caterpillar, con sede en Peoria, considera que ya no debe implicarse en política y por eso no vota, simplemente espera que el sistema funcione y cree que lo hará porque en este momento los republicanos no sólo han conseguido acceder a la Casa Blanca, sino que desde 2014 controlan también la mayoría del Senado. Además la Cámara Alta debe confirmar los nombramientos judiciales que realice el Presidente; controlarán por tanto los tres poderes del Estado, ya que en EEUU existe un bicameralismo simétrico, es decir, cualquier ley necesita mayoría en el Congreso y en el Senado.

Por otro lado las minorías, especialmente las hispanas y sobre todo las de origen mejicano, han estado en el punto de mira de la campaña de Trump. En Peoria no alcanzan el 5% de la población. En la catedral católica de Saint Mary se oficia diariamente una misa en español que constituye un importante lugar de encuentro de la comunidad hispana. A la entrada del templo hay un policía de servicio. Uno de los asistentes, Nicolás, lleva viviendo en la ciudad 13 años y está indocumentado. Afirma que se cerrarán muchas puertas a los hispanos tanto a los legales como a los que como él siguen sin papeles a pesar de llevar ya tantos años en el país.

A unos metros de distancia preside la celebración en español el padre Thomas, estadounidense. Su contacto con la comunidad latina es diario, pero su percepción de los resultados electorales es muy distinta a la de la mayoría de sus feligreses hispanos, pues considera que lo que necesitan es un cambio en las políticas migratorias que les afectan directamente.

Pero mientras en Peoria, seguía brillando el sol de noviembre y el día se consumía sin incidentes, en las grandes ciudades como Los Ángeles, Nueva York, Miami, Filadelfia, Berkeley, Chicago, Portland, Seattle y Washington se organizaban protestas masivas en contra del magnate republicano.

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