Rubalcaba pide acuerdos a los moderados del PP para frenar al 'tea party'

Servimedia/ Ical

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró convencido este sábado de que el PP tiene en su seno un “tea party” radicalizado como el de los republicanos estadounidenses, y se mostró partidario de llegar a acuerdos con los moderados de ese partido para frenar sus pretensiones más extremas, como la refoma del aborto.

Ante el Comité Federal del PSOE, su máximo órgano de dirección entre congresos, Rubalcaba rindió cuentas de su gestión durante los últimos meses y esbozó las prioridades para los próximos. Subrayó la existencia de tres crisis simultáneas y que se retroalimentan en los ámbitos económico y social, territorial y político, y aseguró, respecto a la situación económica, que el PSOE no será “agorero” frente a los síntomas de recuperación pero tampoco se sumará a la “trompetería” del Gobierno.

Denunció que esos síntomas de recuperación están llegando a muy pocos ciudadanos, a los que “no necesitan” ver la luz al final del túnel porque nunca entraron en él. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, “está haciendo flotar a quienes nunca se hundieron”.

Rubalcaba sentenció que los signos positivos de la economía española no se deben a las políticas del Gobierno sino a las medidas tomadas desde Europa, y que en cambio los recortes de prestaciones y derechos sí se deben en exclusiva a las medidas de Rajoy. “Lo más dañino” ha sido la reforma laboral, aseguró, y será por ello “la primera de las leyes que derogue el próximo gobierno socialista”.

El PSOE defiende que la recuperación debe llegar a todos los ciudadanos y solo será real cuando se haya recuperado la igualdad perdida en este tiempo. En buena parte, añadió, eso se juega en Europa, y por ello los socialistas centrarán sus esfuerzos inminentes en las elecciones al Parlamento Europeo.

Se mostró convencido de que el “furor reaccionario” del Gobierno en esta segunda mitad de la legislatura está causando “estupor” en amplios sectores del PP mientras solo la extrema derecha “aplaude” medidas como la reforma del aborto, cuya única explicación es, en su opinión, el intento de reconciliarse con su propio sector “más ultra”, su propio “tea party”.

Al hablar del aborto, Rubalcaba alertó de que las legislaciones de plazos y de supuestos son “irreconciliables” porque parten de una diferencia crucial, si la decisión sobre el embarazo corresponde a la mujer o a “otro”, ya sea un psiquiatra o un sacerdote.

Acusó al PP de intentar aprovechar su mayoría absoluta y la coyuntura de la crisis para aplicar su programa máximo y la filosofía de que “quien quiera buenos servicios sociales, que se los pague”, ya sea sanidad, educación, pensiones, o seguridad.

Igual que ocurrió con el intento de eliminar la ayuda de 400 euros a los desempleados o la exclusión de la atención sanitaria a los inmigrantes en situación irregular, se mostró convencido de que la presión del PSOE y de los ciudadanos obligará al PP a recular y a retirar el anteproyecto de reforma de la ley del aborto.

El objetivo del PSOE, precisó, no es “suavizar” ese texto sino que el Gobierno lo guarde “en un cajón bajo siete llaves para que no vuelva a salir”.

Dado que muchos sectores del PP no ven con buenos ojos esa “deriva radical” de su propio partido y que en municipios y comunidades autónomas muchos de sus dirigentes se están guiando por las próximas elecciones, abogó por buscar acuerdos en esos ámbitos para obligar al Gobierno a retirar esos proyectos.

“Si hay que pactar con el PP para parar al PP, lo haremos”, sentenció, tanto en ayuntamientos como en comunidades autónomas, y también a nivel estatal, donde los socialistas ya han acordado con otros partidos una “alternativa de esperanza”, por ejemplo frente a la reforma educativa.

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