Pedro Sánchez fracasa otra vez en la investidura como presidente del Gobierno y el plazo corre para nuevas elecciones en noviembre
Pedro Sánchez ha cosechado este 25 de julio su segunda investidura fracasada como aspirante a presidente del Gobierno, la primera fue en 2016, al no lograr más votos favorables que negativos en la segunda votación de la sesión de investidura tras las elecciones del pasado 28 de abril. En concreto el socialista ha obtenido un resultado de 155 votaciones en contra, 124 a favor y 67 abstenciones.
Los 124 votos a favor han sido de los diputados del Grupo Socialista y del PRC; mientras que los 155 en contra son de los grupos Popular, Ciudadanos, Vox; los diputados de Junts per Catalunya, Coalición Canaria y Navarra Suma (Mixto); y las 67 abstenciones corresponden a Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, el Grupo Republicano,el PNV, EH-Bildu y Compromís.
La falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos ha provocado la abstención del grupo confederal que lidera Pablo Iglesias, haciendo imposible que saliera adelante la investidura pese a que formaciones como PNV, ERC, Bildu y Compromís también se han abstenido. Partido Popular y Ciudadanos han mantenido su voto en contra de Sánchez.
Sánchez ha defendido la “oferta respetuosa” que asegura el PSOE ha hecho a Unidas Podemos, que incluía una vicepresidencia social y tres ministerios, Sanidad, Trabajo y Ciencia. La formación morada realizó una contraoferta esta misma mañana que los socialistas rechazaron. Sánchez ha insistido que aspira a presidir el gobierno “pero no a cualquier precio” reprochando a Iglesias sus peticiones de ministerios como Trabajo y Hacienda.
“Entre fuerzas de izquierdas la investidura debería haber estado garantizada desde el primer momento” aseguró el candidato socialista para argumentar que prefería elegir “mis convicciones” a conformar un gobierno en le que no creyera, rechazando la pretendida aspiración de Podemos, según él, de que hubiera “dos gobiernos”.
Pedro Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno el 2 de junio de 2018 al triunfar una moción de censura contra Mariano Rajoy. Tras el fracaso de su proyecto de presupuestos 2019, rechazados en el Congreso, convocó elecciones el 28 de abril, que ganó el PSOE con 123 diputados seguido del PP con 66.
El plazo para conformar gobierno se abrió el pasado 23 de julio al fracasar la primera votación que da 60 días de plazo para que un candidato sea investido. En caso contrario se producirá la convocatoria automática de elecciones, que serían el domingo 10 de noviembre.
La exigente 'puerta abierta' de Pablo Iglesias
Pablo Iglesias ha insistido en su renegociación de ministerios, declarando durante su intervención que “renunciarían al Ministerio de Trabajo si el PSOE les ofrece las políticas activas de empleo”, como su última oferta posible.
Iglesias ha asegurado que su partido ha aceptado todo lo que el Partido Socialista les pisió, “hasta un veto personal sin precedentes”. “Solo les pedimos una participación proporcional a nuestros votos. Y hoy mismo les hemos hecho una propuesta en la que solo pedimos competencias, no sillones. Competencias para subir el salario mínimo, para frenar las privatizaciones sanitarias, para que haya por fin una ley de eutanasia, para bajar las tasas universitarias. No hemos pedido nada más”, ha añadido, matizando que “es muy difícil negociar un Gobierno de coalición a 48 horas de la investidura y filtrando todo a la prensa. Una negociación de Gobierno necesita al menos no ser cutre”.
“Todavía estamos a tiempo de salvar esta sesión de investidura”, ha finalizado el líder de la formación morada, que lanza una nueva propuesta a cambio de conceder su apoyo a última hora a Pedro Sánchez.
