El Órbigo, indignado, rechaza que la basura del Páramo vaya al CTR y además lo sature

Las balas ya destrozadas y fermentadas de basura de León y su alfoz en la finca de El Busto. / Foto de www.santamariadelparamo.com

C.J. Domínguez

Ha bastado un 'anuncio' a través de un medio de comunicación de lo que la presidenta de la Diputación y el Consorcio provincial de residuos, Isabel Carrasco, propone hacer con las 400.000 toneladas de basura que llevan más de 10 años en una finca de Santa María del Páramo para levantar ampollas de manera inmediata. Esa solución sería construir un nuevo vaso de vertido en el Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) provincial de San Román de la Vega y depositar allí toda aquella basura desde la finca de El Busto del Páramo, pero aguas abajo del CTR, el Órbigo al completo se rebela con dureza contra esta pretensión de la entidad que preside Carrasco.

El “rechazo total” a esta solución se acordó anoche en una reunión de la Mancomunidad del Órbigo, que reúne a cinco municipios y casi 12.000 vecinos. Curiosamente, esa rebelión lleva al propio PP a la cabeza, puesto que la presidencia y vicepresidencia recaen en las alcaldesas de Villares de Órbigo y Benavides, ambas 'populares'. También forman parte de la Mancomunidad Villarejo de Órbigo (PP), Hospital de Órbigo (PSOE) y Santa Marina del Rey (PSOE).

Ha sido la regidora de Benavides, Ana Rosa Sopeña, la que ha cargado con dureza contra estos planes, que asegura que “reviven el infierno que ya vivimos aquí hace 16 años”, cuando se inició “con mentiras y engaños” el proyecto del CTR que les queda a escasos metros de su municipio. Sopeña habla de “absoluta injusticia” con esta nueva medida, porque “hay un ayuntamiento (por el de Santa María del Páramo) que ingresa cada año más que mi presupuesto municipal por tener las balas”. Esta cantidad, que el año pasado rondó los 2 millones para el Ayuntamiento paramés, pondría superar los 15 milones en estos últimos diez años. Pero ahora se propone que también esos residuos acaben “junto a las casas de quienes ya hemos sido supersolidarios, pagando lo mismo que cualquier municipio por muy lejos que esté del CTR”. “¿Cómo se puede defender una injusticia así?”, se pregunta indignada.

Hospital: “Por ahí no pasamos”

La Mancomunidad se reunión con carácter urgente sólo para posicionarse contra esta opción que defiende el consorcio Gersul que preside Carrasco. Como alcalde socialista, en este caso de Hospital de Órbigo, Enrique Busto coincide en “exigir toda la información por vía oficial” sobre los planes de la Diputación, porque “no es ni medio normal que se planeen así las cosas que nos amenazan tan directamente”. “Aquí hay quienes han creado el problema, llevan 10 años sin resolverlo y quienes que lo acabemos pagando los de siempre... y no ahí no pasamos”, añade tajante el edil.

Que se quede donde está

Al igual que Sopeña, Busto se pregunta por qué durante esta década “se han gastado millones en sellar vertederos ilegales por toda la provincia sin problema” y ahora no se puede “aplicar la lógica de que unos restos que ya están deshechos se queden donde están”, con el malogrado proyecto que impulsaba la Junta o con otro que se haga. Pero la Mancomunidad tiene muy claro que “la solución en ningún caso puede pasar por agotar el vaso actual del CTR o construir uno nuevo”.

Sea como sea, la batalla está abierta y promete ser tensa. De momento, y como es lógico, el Ayuntamiento de Santa María del Páramo (gobernado también por el PP) se ha mostrado muy satisfecho con el anuncio personal de Isabel Carrasco al periódico Diario de León, mientras que los municipios limítrofes que en realidad tenían las 500.000 balas de basura a los ies de sus pueblos no se han pronunciado de momento. Pero el Órbigo lo tiene claro más allá de partidos políticos: un 'no' rotundo.

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