Sin miedo al desalojo

Acampada bajo la lluvia este sábado en León.

ileon.com

El violento desalojo que realizaron los Mossos d'Esquadra el pasado 27 de mayo en Plaza de Catalunya, en Barcelona, no solo reavivó algo las manifestaciones que comenzaban a languidecer, sino que ha paralizado posibles desalojos en otras ciudades del país. Nadie se quiere mojar, ni dar el primer paso tras las críticas que le han llovido al consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, que ordenó la actuación de los Mossos el mismo día que se jugaba la final de la Champions.

En la acampada establecida frente a Botines, en León, tampoco esperan que intenten desmontar su campamento. “Nadie nos ha comunicado nada, pero creemos que no van a intervenir hasta que no se vea qué pasa con Sol”, comentaba uno de los acampados esta tarde. “Nadie se atreve a hacer nada”, continuaba. Por su parte, mientras en las asambleas de estos días no se decida otra cosa, los 'indignados' leoneses mantendrán su protesta en el centro de la ciudad, pendientes también de lo que ocurra con Madrid.

La capital se ha convertido en el referente a la hora de tomar cualquier decisión, aunque en la acampada madrileña hay un intenso debate sobre irse o quedarse, ya que mientras la primera semana la voz unísona animaba a permanecer, según han ido pasando los días, son más los que opinan que deberían desmontar cuanto antes y pasar a otro tipo de actuaciones para que el movimiento no pierda fuerza.

Acampados bajo la lluvia

Las tiendas de campaña que se extienden junto a la Diputación de León se han convertido ya en parte del paisaje urbano y su existencia ya no despierta la curiosidad de los primeros días entre el resto de ciudadanos. Durante el fin de semana, además de una asamblea cada día, tienen programados varios talleres, aunque la lluvia que ha caído en la capital y que se prevé también para mañana ha diluido un poco su visibilidad.

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