Un marinero asturiano jubilado 'pesca' los 5.000 euros del roscón de la Confitería Conrado

Al igual que hace dos años, el jugoso premio en metálico escondido en un roscón de reyes de la Confitería Conrado de La Bañeza se ha hecho de rogar durante tres días, esta vez para dejar en el bolsillo del marinero gijonés jubilado Rosendo Suárez Galván los 5.000 euros que este año la suerte dejaba en juego.

No fue hasta la noche de ayer, día 8 de enero, cuando Rosendo Suárez echó mano de la última ración que quedaba en su nevera de los tres roscones medianos rellenos de crema que llegó a comprar, por primera vez, en la confitería bañezana ya famosa en toda España por su iniciativa mileurista. Y aún tuvo más suerte cuando uno de los tres lo regaló, aunque al cabo de los días está claro que no regaló el que contenía el cheque al portador, según relataba hoy Sergio González, el hijo del propietario y repostero.

El dulce navideño por excelencia de la festividad de Reyes fue adquirido por el agraciado tanto el día 5 de enero, en dos de los roscones, como unos días antes. Y no sabe a ciencia cierta cuál fue el que contenía los 5.000 euros, pero bien le hubiera podido tocar mientras la mayor parte de ellos los comió estando en casa de su hermana, de La Bañeza. Pero no, al final pescó el premio en el último trozo con el que viajó a Gijón, donde reside.

Sergio González achaca el retraso en la aparición en gran medida al enorme incremento en la venta de roscones, a la llamada del jugoso premio, un aumento que ha rondado el 30%. “He de reconocer que nos ha puesto nervioso esta demora, pero es a partir de ahora cuando de verdad vamos a descansar”, explica. Y ahora, a preparar la próxima campaña, que con tal nivel de éxito prácticamente tiene garantizado un aumento suculento en el premio.