'Je suis silvanista'

Carlos S. Campillo

Antonio Vega

Diez meses después del asesinato de la presidenta de la Diputación y del PP leonés Isabel Carrasco, a su partido no lo conoce “ni la madre que lo parió”, como se diría popularmente (nunca mejor dicho). Si el principio de la legislatura el protagonismo de las cuitas políticas internas recayó en el PSOE ahora las polémicas navegan ahora en las filas de los conservadores, que ha mudado radicalmente de piel tras perder trágicamente a la presidenta que lo gobernó con puño de hierro durante casi una década.

La designación de Antonio Silván como aspirante popular a la alcaldía de León, por decisión personal del presidente de la Junta y del PP de Castilla y León Juan Vicente Herrera, repite una decisión que ya se tomó en las citas electorales de 2007 y 2011 con Rosa Valdeón, que pasó de consejera a alcaldesa de Zamora, y con Alfonso Fernández Mañueco, que pasó de consejero a alcalde de Salamanca. No deja de ser curioso que todas estas decisiones se hayan tomado en la Región Leonesa y que éstos nombres sean los que más suenen, junto al propio Silván, como sucesores de un Herrera que ha reconocido que se vuelve a presentar a petición expresa de Mariano Rajoy.

Desde mayo pasado los populares leoneses han navegado entre la incredulidad por la pérdida de Carrasco a las cuitas internas que se desataron por el poder en el partido. Por escasos días la operación Púnica hizo que el expresidente de la Diputación y mano derecha de Carrasco Marcos Martínez no se hiciera con la presidencia del Partido Popular de León. El golpe 'Púnico' a los 'carrasquistas' fue aprovechado por Eduardo Fernández (exnúmero 2 de Carrasco en el PP de León y principal ejecutor de sus decisiones), Antonio Silván y el alcalde de de León, Emilio Gutiérrez, para dar un golpe de mando y apartar a la antigua cúpula afín a Carrasco de los puestos claves de poder interno. Una 'limpia' interna que culminará con con la configuración de las listas Municipales, Autonómica y Generales. Prueba de ello, que a Emilio Orejas Orejas -el tercer presidente de la Diputación en la legislatura- le sustituirán si ganan las elecciones por el alcalde de Valencia de Don Juan, Juan Martínez Majo, persona totalmente cercana a Silván. Orejas tendrá que conformarse con ser alcalde de su pueblo y diputado provincial hasta que quede probada su total adhesión a los nuevos dirigentes del PP de León.

Carlos S. Campillo/Ical. El alcalde de León, Emilio Gutiérrez y el consejero de Fomento de la Junta y candidato a la alcaldía de la capital, Antonio Silván este domingo juntos en León.

En 10 meses el Partido Popular leonés ha pasado del 'carrasquismo' al 'silvanismo' y algunos destacados dirigentes entonan en público y privado un 'je ne suis pas carrasquista' (o un 'je suis silvanista') para mantenerse en las listas electorales. Pese a que Isabel Carrasco comandó el partido desde 2004 parece que ahora nadie la conocía y se había plegado a sus órdenes, ni tan siquiera quienes contribuyeron a tensionar el partido para arrinconar a los enemigos de la Presidenta. Todo por intentar salvar un puesto, que ahora depende más que nunca de sus buenas relaciones con el triunvirato Fernádez, Silván y Gutiérrez, que queda parcialmente desmantelado al 'jubilar' al actual regidor leonés en algún puesto nacional o autonómico puesto que su poder interno se basaba en su puesto de alcalde que ahora abandonará. Gutiérrez, eso sí, siempre podrá presumir de haber sido al alcalde de León con la más amplia mayoría absoluta de la Democracia, que no es poco. La clave será ver quiénes de su cuerda se mantienen en el poder, con una importante presencia en el Comité Provincial del PP. El PP busca acomodo a José María López Benito en alguna lista que haga posible su vuelta a la Diputación de León y de Juan Pablo García Valadés se espera sea una de las apuestas de futuro del partido y quizás del Ayuntamiento de León ganando peso específico.

La llegada de Silván a la alcaldía de León, si los ciudadanos y los pactos electorales así lo refrendan, no le apea de la sucesión de Herrera. Prueba de ello es que irá como número 2 a las Cortes, para mantener así un pie en Valladolid en caso de que el presidente de la Junta opte por abandonar el barco. Un factor puede ser el resultado electoral de mayo por saber si el PP autonómico mantiene o pierde su mayoría absoluta. La número 2 del PP leonés (con cargo de secretaria general) y alcaldesa de Benavides, Ana Rosa Sopeña, encabeza las opciones para liderar la lista autonómica por León.

La previsión en el PP es que este miércoles en Génova se decidan el resto de candidaturas importantes pendientes en la provincia. La incógnita de Ponferrada es la principal a despejar. Descabalgado el candidato del diputado nacional Alfredo Prada, el abogado Marco Morala, toman cuerpo dos nombres de mujer: la procuradora Mar Pereda y la senadora Silvia Franco. Aunque con el nuevo PP, ya lo hemos visto estos días, siempre hay margen para la sorpresa.

En apenas 10 meses el PP de León ha pasado del 'carraquismo' al 'silvanismo', anteriormente sectores profundamente enfrentados.

El clan de 'carrasquistas' de la Diputación también permanece en tensión por conocer su futuro político. Pese a que el PP ha mantenido en sus cargos al vicepresidente y alcalde de Congosto José Antonio Velasco, al que se le ha abierto juicio oral por prevaricación urbanística, se da por hecho su salida de la candidatura municipal. De no hacerlo sería la primera vez que un encausado va a las elecciones, lo que podría suponer un agravio con el alcalde de Sahagún y procurador en las Cortes, Emilio Redondo, en idéntica situación y al que también se da por cadaver político. En la Diputación también tiene problemas Raúl Valcarce, alcalde de Carracedelo, con un asunto urbanístico que de momento va salvando pero que sigue abierto. Quien busca salida en alguna lista es el portavoz y mano izquierda de Carrasco Jaime González, al que se le complica repetir en la lista municipal del PP en Bembibre, origen de su acta de diputado.

De lo que sí están convencidos en el PP es de que volverán a poder presumir de ser la fuerza más votada en la provincia en las elecciones del 24 de mayo. La lógica de que Podemos no se presentará en muchos municipios, y sin su marca, y el hecho de que otras opciones políticas tengan menos presencia hacen mostrarse confiados a la dirección del PP de mantener su poder municipalista, aunque reconociendo que es probable que con un importante voto de castigo. Sólo el PSOE se presentará en un número similiar de municipios -ambos partidos afirman a día de hoy que lo harán en el 100% de los 211 de la provincia- lo que significaría mantener otra legislatura el bipartidismo en términos generales. En específico la cosa variará si las otras fuerzas como Podemos, UPL, IU, Ciudadanos, UPyD o Equo logran representatividad en los grandes municipios; eso significará una herida importante al tradicional bipartidismo y una legislatura cuanto menos más plural e interesante políticamente por los futuros pactos o desencuentros.

En plena campaña electoral de las Municipales y Autonómicas, de la que llevaremos cuatro días, se cumplirá el aniversario del asesinato de Isabel Carrasco. Que nadie dude que el PP leonés la homenajeará, pero veremos cuántos se acuerdan de ella en la campaña. La piel ya ha mudado.

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